El Joventut cae en picado
El bajo nivel de sus extranjeros y la marcha de Ferran condicionan a los badaloneses
ROBERT ÁLVAREZLa competición está siendo cruel y devastadora con las carencias presupuestarias del 7UP Joventut. El campeón de Europa llega al segundo mes de la temporada con el agua al cuello: cuatro derrotas en la Liga ACB (Madrid, Fórum, Taugrés y Cáceres) le remiten al 16o lugar mientras en la competición continental le urge remontar, el jueves, nueve puntos al Broceni de Riga si desea defender su título. Las razones de su caída en picado parten de su bolsillo vacío y el escaso dinero invertido en la construcción de su actual plantilla. Fichó a tres extranjeros de escasa cotización y tuvo que dejar partir a Ferran (Barcelona) y a Dani Pérez (León). La continuidad de veteranos ilustres como los hermanos Jofresa, Villacampa o Smith no le ha bastado para acercarse siquiera a sus resultados de los últimos años.
Las derrotas han obligado a revisar los recursos en Badalona. El balance no invita a fuegos artificiales. El Joventut, asolado por un déficit acumulado de más de 200 millones de pesetas y las obligaciones devengadas de contratos firmados en época de vacas gordas - 100 millones cobra Smith, 80 Rafael Jofresa y 60 Villacampa-, completó su plantilla con una escasa inversión económica. Debido a ello cuenta con uno de los más baratos tríos de extranjeros. Howard Wright, proveniente del Andorra, percibe unos 25 millones anuales; Keith Owens, que militó en un equipo de la liga comercial americana (CBA), unos 20, y Nenad Markovic, ex alero del Ferrys Llíria y que estaba sin equipo, ha sido contratado por apenas cinco millones. Markovic debutó el pasado domingo en Cáceres tras haber pasado 15 días a prueba tal como lo había hecho, sin éxito, el estadounidense Greg Woodard-, los primeros de ellos tan sólo a cambio de los gastos de hotel y manutención.
El Joventut, pese a sus dificultades económicas, rastrea el mercado para sustituir a Owens por otro jugador extranjero. Mientras la directiva pide "calma y tranquilidad, la plantilla empieza a notar síntomas de nerviosismo.
Su nuevo técnico, Pedro Martínez -sustituto de Zeljko Obradovic, al que no fue posible pagar los 25 millones que solicitaba por continuar una temporada más-, dijo tras la derrota en Cáceres: "No me siento participe de la reacción de mi equipo en el segundo tiempo. Tras el descanso mis jugadores han cambiado de actitud cuando han querido. Ha habido un momento en que he pensado haber perdido credibilidad ante ellos".
Examen de conciencia
Jordi Villacampa, capitán del equipo, respondió ayer: "Cuando todo va mal, todo son problemas. Para salir del pozo hay que ir poco a poco y, cientro de lo que cabe, estar tranquilos". Y analizó: "No recuerdo un inicio de temporada tan f1oJo. Pero no hemos de poner excusas. Tenemos que hacer examen de conciencia y trabajar para reaccionar cuanto antes. Tan sólo han pasado seis jornadas, y lo importante es cómo se acaba, no cómo se empieza. Creo que tenemos un equipo con la suficiente calidad para estar arriba. Ahora hemos de concentrarnos en el partido contra el Broceni porque nos jugamos continuar en la Liga de Campeones contra un equipo muy bueno".
La maldición de los últimos campeones europeos sigue vigente. El Jugoplastika de Split fue expoliado tras su tercer título consecutivo, el Partizán de Belgrado no pudo defender su corona ya que la federación internacional excluyó de sus competiciones a los equipos serbios, el Limoges sufrió un duro revés la pasada temporada al quedar eliminado en los cuartos de final. El Joventut, ahora, no tiene una pinta mucho mejor que la de sus predecesores.
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