Tormenta de goles en Usera

Aprovechar los minutos de relajación (los que preceden al descanso y los primeros de la segunda parte) fue la clave. En esos minutos de desconcierto aprovechó el Mosca para desatar una imparable tormenta de goles que fulminó al Sporting. Y es que no hay nada como jugar en casa. El respaldo que recibe el Moscardó de la afición del Román Valero arropa a una plantilla que ha conseguido cinco puntos, de los 10 en juego, en Usera.Montilla fue uno de los artífices del buen juego del Mosca. Su seriedad dotó de orden a la línea defensiva del equipo madrileño e impidió que los asturianos perforaran la meta de Rojas. La movilidad en banda de Olivar, el capitán, fue el otro pilar sobre el que se edificó el buen juego local.

Los yogurines dejaron, pese al marcador, un buen sabor de boca. Tienen una elegancia que se refleja por encima del dato escueto del resultado, bueno o malo.

Pero sería injusto decir que el conjunto gijonés mereció mejor suerte. Un palo y tres escasas aproximaciones a la puerta madrileña no pueden ser bagaje suficiente para obtener un buen resultado.

El Mosca dispuso de ocasiones para haberse adelantado antes, pero el balón sólo entró justo en el límite del descanso. Y tal vez si el Sporting hubiese llegado a los vestuarios con el empate inicial, habría encarado mejor la segunda parte. Pero los asturianos recibieron un jarro de agua fría que precipitó las cosas. Con el segundo tiempo llegó la lluvia de goles: en nueve minutos, el Mosca sentenció.