Renfe costará al Estado casi tres billones en los próximos cinco años
El Gobierno examinó ayer, en su reunión económica por excelencia, tres cuestiones de alcance: la conclusión de la entrada de Freeport McMoran en el grupo químico español FESA-Enfersauna de las múltiples secuelas de la ruina de Torras, la sociedad de KIO en España-, el contrato-programa para Renfe y la propuesta de Industria para instrumentar un plan Renove II para rejuvenecer el parque automovilístico.
La Comisión Delegada aprobó dos regulaciones importantes para Renfe. La primera es el contrato-programa que tendrá vigencia en el periodo 1994-98; la segunda, la decisión del ejecutivo de que las tarifas de la compañía sean incluidas en el régimen de precios intervenidos. Esta decisión implica una leve liberalización, ya que hasta ahora eran precios intervenidos.El contrato-programa establece una aportación del Estado a la compañía de 1,534 billones de pesetas en el próximo quinquenio en concepto de subvenciones de explotación. Pero a esta cifra hay que sumar otros costes. El Estado deberá sufragar las pérdidas explotación de las líneas de cercanías y regionales, las infraestructuras y los intereses de la deuda, cuyo cálculo para los 5 años del contrato programa es de 1,476 billones durante el quinquenio. Además, el Estado tendrá que financiar el Plan de Recursos Humanos de la compañía, para lo cual deberá aportar 5.000 millones anuales a partir de 1995. De acuerdo con el contrato -programa, el endeudamiento de la compañía a 31 de diciembre de 1993 era de 1,3 billones de pesetas y uno de los objetivos del contrato programa es reducir ese endeudamiento.
Pero sobre las otras dos cuestiones tratadas en la reunión no hubo decisión tajante Las propuestas de Industria para instrumentar el plan Renove II fueron examinadas "con carácter preliminar". De las primeras discusiones parece cobrar fuerza la idea de "reducir la cuantía de la subvención", de forma que resulten más beneficiados los consumidores que apostaron por el Renove L Según las fuentes consultadas, "no hay prisa en tomar decisiones" sobre el plan.
FESA-Enfersa y Freeport
Con idéntica cautela se abordó la participación de la sociedad norteamericana Freeport MacMoran en el grupo de fertilizantes FESA-Enfersa, una de las consecuencias de la ruina de Torras, el imperio de KIO en España. Los gestores de Freeport están dispuestos a entrar de forma definitiva en FESA-Enfersa, una vez cumplido el plazo de un año establecido por los norteamericanos para conocer a fondo la situación de FESA.
No está resuelto, sin embargo, el problema de la deuda que FESA-Enfersa tiene con sus pensionistas, evaluada en 15.000 millones. Freeport pide que, antes de tomar los poderes -accionariales y de gestión- de forma definitiva, la deuda sea pagada; Ercros no puede asumir el pago, a pesar de la ingeniería financiera que ha desarrollado para cubrir otras deudas y el Gobierno no entiende que deba pagar.
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