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FUTBOL PRIMERA DIVISIÓN

El árbitro se convierte en el rey

En el partido de los despropósitos, el árbitro fue el rey. El Sporting y el Celta jugaron mal, pero Contador Crespo puso el estrambote. Fue una buena muestra del nivel del fútbol español y también del de su arbitraje. Un espectáculo zafio que mereció el cero colectivo. Los mejores jugadores, que alguno había en El Molinón, se pusieron al servicio del equipo o declinaron responsabilidades. García Remón y Aimar hablarán de un partido serio. El problema es que tanta seriedad aburre.Ninguno de los dos equipos supo interpretar sus mejores virtudes. El Sporting confundió muchas veces velocidad con precipitación. Y el Celta acabó convirtiendo el fútbol de toque en un aburrimiento sin sentido para desesperación del aficionado.

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