VENENO TELEFÓNICO

La supuesta afición de Lady Di a llamar de forma anónima y obsesiva a amigos y enemigos parece venir de lejos. La liebre saltó hace unas semanas con las denuncias de Oliver Hoare, de quien presuntamente se había encaprichado la princesa de Gales. La última víctima que ha salido a la luz es Camilla Parker-Bowles, según el libro Camilla: la amante del rey, que acaba de aparecer en el mercado británico. Éste es un avance de la truculenta historia: allá por 1981, poco después de su boda, Diana descubrió que el último número que su marido acababa de marcar en el teléfono portátil era el de Camilla.Deprimida y celosa, inició el asedio telefónico de la antigua novia del príncipe Carlos. Tan pronto ésta respondía, ella colgaba. Silencio, y vuelta a empezar. Y así durante varios años. Diana, afirma el libro, era muy celosa, un poco paranoica, y solía agotar a su esposo con, gritos histéricos. Pero las revelaciones más morbosas llegan ahora: Carlos se había comprometido a no hacer el amor con Camilla, una vez casado. Cuando su situación matrimonial se hizo insostenible, quebró el casto acuerdo. "La relación amorosa volvió. Camilla reanudó su lugar como la primera mujer en la vida de Carlos". Era el año 1984. Acababa de nacer el príncipe Enrique. Algunos extractos del libro se publicaron ayer en el diario británico Sun, al mismo tiempo que el Daily Mirror informaba que el sufrido marido de Camilla ya no aguanta más y quiere separarse. El escándalo, sin duda, continuará.-