Hill gana en Monza y acecha a Schumacher
El británico Damon Hill (WIliams, Honda) aprovechó ayer en Monza la ocasión de acercarse en la clasificación al alemán Michael Schumacher (Benetton Ford), suspendido por dos grandes premios. Hill se adjudicó el Gran Premio de Italia, 12 a prueba del Mundial de fórmula 1, y a falta de cuatro carreras se sitúa a 11 puntos de Schumacher, al que aún le queda una prueba de sanción, dentro de 15 días, en Estoril. Los 100.000 tifosi que acudieron al circuito esperando el triunfo de un Ferrari tuvieron que conformarse con el segundo puesto del austriaco Gerhard Berger.
Hill tuvo la suerte de cara para obtener la séptima victoria de su carrera, la cuarta de esta temporada y la segunda consecutiva en Italia. El piloto británico se situó de forma definitiva en cabeza en la vuelta 29a de las 53 de que constaba la prueba cuando su compañero de equipo, el escocés David Coulthard, le cedió el paso.Los cerca de 100.000 aficionados congregados tuvieron que rendirse. Tenían esperanza en que ganara un Ferrari. Los dos pilotos, el francés Jean Alesi y el austríaco Gerhard Berger, no pudieron plasmar en la carrera su dominio en. los entrenamientos.
Alesi, primer líder, tuvo que abandonar en la vuelta 25º, cuando se detenía para cambiar neumáticos y repostar, por un problema en el cambio. Berger, por su parte, sufrió un aparatoso accidente en los ensayos libres de la mañana que puso en peligro su participación en el Gran Premio. El austríaco, sin embargo, obtuvo el segundo puesto, después de liderar la prueba de la vuelta 15º a la 23ª.
La parada de Berger en boxes fue un desastre, puesto que cuando se reincorporaba a la pista se le atravesó en la pista el francés Oliver Panis (Ligier Renault) y le hizo perder varios segundos. El austríaco, en cualquier caso, se vio favorecido al final por las circusntancias: Coulthard, que iba segundo detrás de Hill, se quedó sin gasolina en la última curva y acabó relegado al sexto lugar. El tercer puesto fue para el finlandés Mika Hakkinen (McLaren Peugeot).
Para Hill, en cambio, todo fue rodado. Primero cambió de coche en la formación de salida, cuando apenas faltaban 10 segundos para cerrar los boxes, porque el que conducía no le inspiraba confianza. Luego consiguió superar la primera curva sin incidentes cuando por su derecha el irlandés Eddie Irvine (Jordan Hart) embestía por detrás al británico Johnny Herbert (Lotus Honda), lo que provocó el caos y obligó a detener la carrera y a dar nuevamente la salida. Irvine fue sancionado con una carrera por el accidente.
Una nueva victoria de Hill en Estoril le colocaría a un solo punto de Schumacher, a falta de tres carreras para el final. La situación de la clasificación y la reaparición del británico Nigel Mansell, que disgutará los tres últimos grandes premios, han reactivado el Mundial. La cita de Jerez, el gran premio posterior al de Estoril, se presenta trascendental, y el precio inicial previsto para las entradas (1.000 pesetas) augura una gran expectación.
La incógnita es el comportamiento de los Benetton. A Schumacher no se le vio en Monza. Tampoco al holandés Jos Verstapen ni al finlandés Jyrki Jarvilelito.
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