_
_
_
_
BALONCESTO: ARRANCA LA LIGA

Desembarco americano contra Sabonis

El Barcelona, el Joventut y el Estudiantes cambian de extranjeros para acabar con el dominio del Madrid

Robert Álvarez

¿Y si ganara el Cáceres? Adiós a todas las teorías y a todas las estadísticas. ¿Sería posible? Objetivamente, no. Pero ¿por qué no atreverse con la hipótesis? ¿Qué sucedería? Para empezar, por vez primera en la historia la Liga no sería para ninguno de los tres grandes: Real Madrid (27 títulos), Barcelona (7) o Joventut (4). Se demostraría que el talonario no lo es todo: el Cáceres baraja 457 millones, lejos de los 1.100 del Barcelona, los 1.000 del Madrid o los 600 del Joventut y del Estudiantes. Se acabaría con la creencia de que quien tiene a Sabonis tiene el título. Se rompería un guión que no deja resquicio para la sorpresa final. Pero se agravarían las acusaciones que recaen sobre un baloncesto bajo sospecha: la inutilidad de 38 jornadas de liga regular cuando todo se decide al final, la ausencia de nuevas figuras, el descenso del nivel de espectáculo a causa de tácticas que hacen énfasis en el baloncesto control. En ese caso, los dardos hacia Sabonis, Aíto, Villacampa o Herreros serían untados con veneno mortal. Muchos se afanarían en echar las últimas paladas sobre un baloncesto al que ya se dejó semienterrado tras el fracaso de la selección en el último Mundial.Recesión y espectáculo

La Liga posee suficientes argumentos para que el aficionado se reencuentre con un deporte capaz de transmitir espectáculo y emoción. Los jugadores y los técnicos son los mismos, por más que la recesión haya empequeñecido sus sueldos. Pongamos algún ejemplo: Epi va a jugar este año por unos 60 millones de pesetas, menos de la mitad de lo que percibió la pasada temporada; Wayne Brabender (Fórum), Salva Maldonado (TDK Manresa) o Randy Knowles (Coren Orense) mandan en sus banquillos a cambio de ocho millones, salario mínimo según el convenio establecido en 1991 por la Asociación de Entrenadores y la Asociación de Clubes (ACB). Pero ése no debe ser un factor que desfigure forzosamente el rendimiento de todos ellos.

La ACB mantiene el cupo de tres extranjeros por equipo. Al margen del perjuicio que represente para la selección española, la medida dota a los clubes de un nivel importante. Otra cosa es que no se acierte en su contratación, que se despersonalice el baloncesto español o que el fichaje de un americano en concreto pueda ser contraproducente por su dificultad de adaptación. Tal vez por esta última razón, los clubes han contratado extranjeros con experiencia en la ACB. De los 60 extranjeros fichados, 37 ya han jugado anteriormente en España. Los cambios han sido notables. El Barcelona, el Joventut y el Estudiantes, los tres principales aspirantes a impedir que el Madrid gane por tercera vez consecutiva el campeonato, han cambiado por completo sus tríos de extranjeros.

El Barca, ambicioso

El Barcelona es el que más ha invertido a pesar de que le falló su apuesta más ambiciosa: la contratación del gigante Gheorge Muresan, de 2,30 metros, que le costaba algo más de 130 millones. Era el anti-Sabonis por excelencia. Pero prefirió la NBA y el Washington Bullets. Aíto ha echado mano de jugadores cuya respuesta es conocida en la ACB: Middleton (Caja San Ferando), Fisher (Ferrol) o Ellis (Fórum). Tres cuartos de lo mismo ha hecho Miguel Ángel Martín con Smith (Valencia) y Williams (León), con la única diferencia de que el técnico del Estudiantes se ha arriesgado con el ala pívot ruso Mijailov, máxime después de que la pasada temporada dirigiera hasta siete extranjeros. El Joventut, que sufre una profunda crisis económica, ha apostado por Wright (Andorra) y por un tipo menos contrastado pero prometedor como Owens, proveniente de la CBA o liga comercial americana, y está a la espera de tomar una decisión respecto a su tercer extranjero, por el momento, Woodard, un poco convincente escolta.

El Barcelona es el que parte con mayores expectativas de acercarse al Madrid. A los tres americanos hay que añadir el regreso de Ferran (Joventut) -un fichaje que puede ser decisivo- y del alero Xavi Femández (León), que ha cubierto la baja de Crespo (Valencia). El Estudiantes ha dejado marcharse a Hansen y Vecina, y los ha sustituido por Lafuente y lo que le llegue de la cantera. El Madrid ha decidido no moverse ni un ápice de su sitio. No ha cambiado un sólo jugador. Pero sí a su técnico. La llegada del serbio Zeljko Obradovic -ganador de la Liga Europea con el Partizan y con el Joventut- se inserta, sin duda, en su objetivo de conquistar la Liga europea, su asignatura pendiente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_