"La 'cacha' se enseña casi sin querer
Encarna es la más seria. Para Toñi, un descaro correcto es su estado natural. Las dos se apellidan Salazar, son gitanas madrileñas y ninguna tiene fecha de nacimiento. Juntas, el pasado domingo, superaron en poder de convocatoria a la reina del Parque de Atracciones de la Casa de Campo, la montaña rusa Y tienen algo de ese trayecto intrincado en horizontal y vertical, donde los picos se coronan pero no se toca fondo, como mucho se roza. Han grabado un disco, Amor, producido en Miami por Emilio Estefan y, puestos a imaginar su impacto en el extranjero.Tom Sharpe las describiría como dos mujeres neumáticas, que no mullidas, mientras el inventor del sostén de moda, Wonderbra, lanzaría un vade retro ante dos escotes tan poderosos, casi siempre protegidos por un par de crucifijos plateados.
Pregunta. ¿Son ustedes muy religiosas?
Respuesta. Sin exageraciones. Creemos mucho en Dios, en la vida y en el destino.
P. ¿Hace falta lucir cacha para triunfar?
R. No, la cacha se enseña casi sin querer. Basta con ser mujer, coqueta y optar por una ropa elegante, fuerte y atrevida. Nosotras somos así.
P. De raza gitana y en el mundo de la música, ¿Machismo al cuadrado?
R. Al principio tienes la sensación de traicionar unas costumbres que son de toda la vida, pero nosotras no hemos roto ninguna norma, simplemente las esquivamos. Los que antes comentaban "¿pero estas dos de qué van?", dicen ahora que, con Camarón, somos el orgullo de la raza.
P. Decir que gitanos y negros tienen el ritmo en el cuerpo ¿es un tópico?
R. Es absolutamente cierto y suena a tópico porque se repite demasiado. No se baila de maravilla sólo por ser negro, pero no hay discusión posible, hay razas que imprimen carisma.
P. Aparecen en la banda sonora de la película El especialista, ¿han conocido personalmente a Sharon Stone y a Silvester Stallone?
R. A él sí, y nos ha parecido un señor muy normalito. Fuerte, musculoso, muy preparado, pero tampoco demasiado impactante. Los actores, como los cantantes, nunca somos tal y como se nos ve en la pantalla.
P. ¿Quién es más embajador, Femando Trueba o Azúcar Moreno?
R. Todos hacemos lo que podemos, él vende cine y nosotras música, que son dos mundos muy diferentes. Pero cuando supimos que su película estaba tan fuerte, de envidia nada. Nosotras somos muy buena gente.
P. Ser un dúo encarece el presupuesto de sus admiradores, ¿qué tipo de regalos llegan hasta el camerino?
R. En América, sobre todo, ramos de rosas rojas. A pares, claro está. Eso de las joyas y las pieles sólo pasa en las películas. No está la vida para andar regalando un diamante, y menos dos. Lo mejor del público es su cariño.
P. Dicen que un gitano millonario es un hombre rico, y un gitano pobre, sólo es un gitano.
R. Lo mismo que pasa con los payos. ¿Por qué se insiste tanto en distinguir a un pijo de la Moraleja de un chaval de Fuenlabrada? El racismo está pasado de moda. Lo que hay en todas las razas, incluyendo la blanca es una fuerte discriminación económica. Y eso es lo que más nos duele.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.