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En libertad la detenida como cómplice en el asesinato de la maestra de Lérida

La juez que instruye el caso del asesinato de la maestra leridana Maribel Bobet dejó ayer en libertad sin cargos a Lourdes Pérez, la mujer de 35 años detenida por su presunta complicidad en el crimen. Esta decisión abre nuevas dudas sobre el curso de la investigación. La policía estableció la posible complicidad de Lourdes por la relación sentimental que, según los investigadores, mantenía desde hace años con Faustí Pons, esposo de la maestra y su presunto asesino. Pons se suicidó el jueves pegándose un tiro cuando la policía halló el cadáver de su mujer en una finca familiar.

Lourdes Pérez salió de la comisaría de la policía de Lérida aproximadamente a las 10 de la mañana, totalmente cubierta con una capa gris para ocultar su rostro a los fotógrafos, y fue trasladada hasta los juzgados. Allí prestó declaración durante más de tres horas acompañada por su abogado defensor y un hermano. Poco después de la una, su abogado, Mir Hernández, dio a conocer la resolución de la juez: "Mi cliente es inocente, y queda libre sin ningún tipo de cargo". Hernández añadió que Lourdes Pérez "en todo momento ha dicho la verdad y la verdad le ha dado la libertad". La detenida fue sometida a varias ruedas de reconocimiento, según su abogado.El letrado accedió entonces en su propio vehículo al interior de los juzgados y sacó a su defendida tendida en el asiento trasero, cubierta con un jersey y a toda velocidad. Ni la juez instructora del caso, ni la policía quisieron detallar la línea que van a seguir las investigaciones desde ahora. El comisario provincial de Lérida, Carlos Aguarod, dejó claro que "se va a seguir investigando para esclarecer todos los hechos".

La puesta en libertad de Lourdes Pérez pone en duda la hipótesis que hasta ahora barajaba la policía respecto a la participación de otras personas en el asesinato y añade nuevos interrogantes en la búsqueda del móvil del crimen. Los investigadores creen que el asesinato se cometió en el piso donde Maribel Bobet y Faustí Pons vivían, en la capital leridana, y que después el cadáver fue trasladado hasta la finca de la familia, donde la policía localizó su cuerpo.

Según las investigaciones, lo más probable es que Maribel Bobet fuese asesinada en la madrugada del día 13 en su dormitorio, mientras dormía, o en el baño. Otras incógnitas son cómo fue trasladado el cadáver hasta la finca y quién era la mujer que algunos testigos aseguran que vieron ese mismo sábado por la mañana aparcando el coche de Maribel cerca del mercado de Pardinyes.

Cuando el marido denunció la desaparición, en la mañana de ese sábado, dijo que su esposa había ido a comprar a ese mercado y que allí se perdió su pista. La policía sospecha ahora que se trataba de un montaje, urdido por el propio Pons.

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