_
_
_
_

La niña que huyó con su madre natural vuelve con sus parientes adoptivos

B. A. Verónica, de 13 años, ha vuelto a Valdppeñas. Después de pasar 23 días en Madrid con su madre y su hermano bio lógicos, ayer regresó junto a su familia adoptiva, de cuya casa se fugó el pasado 26 de julio. El miércoles, la policía detuvo en una cafetería madrileña a su madre natural, Elisa A., de 38 años, sobre la que pesaba una orden de busca y captura por entorpecer la labor policial y por un presunto delito de inducción a la fuga de la menor.

El arresto se produjo al mediodía cuando madre e hija "de sangre" se encontraban en una cafetería madrileña, en la confluencia de las calles de Biarritz y de Martínez izquierdo, junto al barrio de La Concepción. Cerca, en la avenida Donostiarra, vive una tía de Elisa cuyo domicilio estaba vigilado. Según la policía, la mujer no ofreció ninguna resistencia y tampoco la niña mostró rechazo a volver a Valdepeñas. Ambas fueron trasladadas al Grupo de Menores de la policía (Grume), desde donde se avisé a la familia adoptiva, que esa misma tarde acudió a recoger a la niña. Elisa A. pasó a disposición judicial.

La lucha interna. de esta adolescente sensible y emotiva comenzó hace 13 meses, cuando se enteró de que era hija adoptiva. Lo asumió mal y poco después sufrió otro mazazo, la muerte de su padre adoptivo.

Intrigada sobre su familia biológica, en enero conoció a su hermano natural, David, de 17 años, con quien trabó una estrecha relación. El 26 de julio se descolgó del balcón de su casa manchega.

A partir de ahí su madre biológica, Elisa, de 38 años, manifestó públicamente que la, adopción era ilegal, que llevaba años esperando recuperar a la niña y que prefería la clandestinidad a dejarla marchar. La niña llamó contando dónde estaba y el Juzgado de Instrucción número dos de Valdepeñas ordenó la busca y captura de la madre natural.

El conflicto se remonta a hace más de una década. Elisa, cubana, fue a trabajar al club Dulcinea, de Valdepeñas, propiedad de los actuales padres adoptivos de Verónica. Cuando la niña tenía año y medio la madre tuvo que desplazarse a Madrid para cuidar de su hijo mayor, David, con meningitis.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Dejó al bebé a cargo de su patrón y le enviaba una cantidad para la manutención. Pero pasado un tiempo, variable según cada una de las partes, la mujer dejó de mandar dinero. "No tenía un duro", se justifica Elisa y asegura que ella, su tía y su marido, del que está separada, reclamaron a la niña antes de la adopción, que se formalizó en 1987. Después no volvieron a recurrir. "Una meningitis no es motivo para estar dos años sin dar señales de vida" replicaba la familia adoptiva.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_