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La segunda muerte

El Burgos se resiste a desaparecer de nuevo acuciado por las deudas

El Burgos puede establecer un hito en la reciente historia del fútbol español. En apenas una decena de años está a punto de desaparecer por segunda vez. La deudas que arrastra y su mala racha deportiva le están empujando hacia el abismo. La pasada temporada se ganó en el terreno de juego la pérdida de su categoría, la Segunda División. No ha podido hacer frente a 254 millones de pesetas que adeuda a sus jugadores y está a punto de suponerle un escalón más en su precipio: el pozo de la Tercera División. Dos descensos en un año puede ser la puntilla.El equipo que en los años setenta caminó con dignidad en Primera, tiene una historia plagada de obstáculos. Ha visto pasar por sus oficinas presidentes que dilapidaron las arcas del equipo, incluso uno de ellos tuvo que ir a juicio acusado de dar cheques sin fondos. Las deudas han agobiado su trayectoria de tal forma que incluso sus jugadores se vieron obligados a ir a la huelga. Conoció todas las categorías, desde la Primera hasta la Tercera. En 1982 vivió una situación similar a la de ahora: fue descendido de Segunda a Segunda B por moroso. El trauma supuso un precio demasiado elevado. Volvió a bajar a la temporada siguiente y no aguantó más. Desapareció en 1983. Tras 61 años de historia y de seis en Primera, el club burgalés desapareció víctima de sus deudas. Una historia que tiene todos los visos de repetirse 11 temporadas más tarde.

Sin embargo, aquel Burgos que no pudo con el peso del descenso, se resistió a morir. Ese mismo año recurrió a los derechos federativos del equipo filial, el Atlético Burgalés, para seguir vivo. Murió el Burgos Club de Fútbol y nació el Real Burgos. El equipo tuvo que empezar desde abajo, desde la Tercera División. Dos años en Tercera, otros tantos en Segunda B, tres en Segunda A hasta lograr en 1990 el ascenso a la máxima categoría de la mano de Antonio Martínez Laredo, quien ya presidió el club en los años setenta. En sólo siete años de historia el Burgos se colocó entre los grandes del fútbol español.

En Primera llegaron los días de euforia. El equipo no tuvo ningún problema para mantenerse y finalizó la competición en 1990 en el undécimo puesto. Al año siguiente, las cosas rodaron aún mejor. En el mes de noviembre estaba situado tercero en la tabla, récord insólito a esas alturas de Liga. El buen juego desarrollado hizo vislumbrar la posibilidad de clasificarse para la Copa de la UEFA. No fue así, el Burgos acabó noveno. Sin embargo, parecía que la que hasta entonces había sido la verdadera meta del equipo, echar raíces en Primera, iba por buen camino.

Tres años más tarde, el Burgos está. a punto de desaparecer. El club tiene una deuda total de unos 600 millones según su presidente, Juan Antonio Gallego. Los 254 millones de deudas con los jugadores son los que han lanzado al club camino del descenso, según establecen los reglamentos futbolísticos.

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