Masana no estuvo súper
El catalán ganó la medalla de bronce, descolgándose del ritmo vertiginoso de los rusos
Marín se llevaba las manos a la cabeza: "¡Si van a 3.50 minutos el kilómetro!". Llopart recordaba la única vez que marchó a menos de cuatro para hacer el récord de España, pero de 5 kilómetros, y decía que aquel ritmo era insoportable. Masana, mientras, aguantaba como podía el paso de Schennikov. "¡Que Dios me coja confesado!", se iba diciendo. Aguantó hasta donde pudo, que fueron.10 kilómetros. Los otros tantos que restaban para la meta los hizo a su aire, compitiendo desde una posición desconocida para él. Marín, su entrenador, llegó a pensar lo peor: "A un ganador nato como él, cuando ve que no va a ser el primero, le deja de funcionar la cabeza". Pero le funcionó y supo defender su tercer puesto, que equivale a una medalla de bronce, segunda del equipo. A Valentín Masana, reconocido unánimemente como el mejor marchador del mundo por su talento, calidad y condiciones, sólo se le puede ganar como hizo ayer Schennikov, el mejor ruso de los 11 ex soviéticos que, como atletas de las nuevas repúblicas, compitieron en la final de 20 kilómetros marcha: machacándole. Los rusos, escarmentados de las derrotas sufridas en los Juegos Olímpicos y Campeonatos del Mundo por los españoles, prepararon los Europeos a conciencia, con unos entrenamientos a ritmos vertiginosos. Masana no fue el Súpermasana del año pasado y sucumbió. "Valentín está en forma, pero no ha alcanzado ese punto súper, que le hace imbatible, corno en 1993. Los rusos han roto la carrera haciendo dos kilómetros en 7.35 minutos, que fue lo que hizo Valentín en los dos últimos del Mundial", comentó Marín al ver que su atleta perdía definitivamente contacto con la cabeza. "Ahora sólo queda confiar en que sepa competir por los puestos secundarios". "iDosificate, dosificate! ¡No hagas lo que no puedas!", le gritaba a cada paso por el circuito. Imposible alcanzar a Schennikov, como tampoco a Misyulya, así que mejor conservar el tercer puesto que arriesgar. O pagaban el esfuerzo, con lo cual Masana acabaría alcanzándolos, o llegarían a la meta en un tiempo que estaba fuera de su alcance.
Masana llegó al estadio cuando Schennikov ya había cruzado la meta, diferencia que no responde a la realidad. Pero es que Masana hizo caso a su entrenador. "Los últimos cuatro kilómetros los hice a paso lento porque llevaba además dos avisos y el arriesgarme tampoco me iba a permitir ganar ningún puesto", comentó el atleta a su llegada. Calificó la marca del vencedor (1. 18.45 horas) de galáctica y admitió que, vista la forma de los dos primeros, él nunca podría haber sido más que tercero.
Daniel Plaza, el campeón olímpico, fue descalificado. Normal. Cuando uno no marcha bien, corre. Plaza se ha entrenado la mitad que otros años al haber estado inactivo a principios de temporada a consecuencia de una osteopatía de pubis y luego por otras lesiones.
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