Cacho y sus delfines, a la final

Fermín, Cacho resolvió sus dudas: ganó por fin una carrera y lo hizo con su mejor marca de la temporada, 3.37.18 minutos. O sea, que está en forma. No era necesario que hiciera ningún alarde, porque de lo que se trataba era de estar entre los cuatro primeros para pasar a la final, pero cuando uno está fino, todo es fácil.La otra semifinal la ganó Isaac Viciosa y Manuel Pancorbo fue cuarto. Habrá, pues, tres españoles mañana en la lucha por las medallas, lo que ha desatado una catarata de optimismo.

"Mi obligación es ganar", dice Cacho, "no descarto ser yo el vencedor", replica Viciosa; "todo es posible, confío en luchar por el podio", añade Pancorbo.

El éxito sin precedentes de los tres españoles clasificados para una final de alto nivel no devalúa los Europeos, sino que confirma el enorme potencial de España en los 1.500 metros. Cacho es el campeón olímpico, Pancorbo ha estado en las finales de los JJ OO y los Mundiales y Viciosa se ha abierto sitio entre ambos esta temporada.

Los tres forman una armada potentísima, porque en el mundo primero está Morceli, luego Cacho y, a gran distancia, el resto; entre este resto, Viciosa y Pancorbo.

Hace 12 años, Abascal ganaba la medalla de bronce en los Europeos. Se consideró una hazaña. La generación a la que ha dado paso no se conforma con nada. A Cacho sólo le vale el oro, Viciosa también lo quiere y Pancorbo, es el único que firmaría el bronce.