Sueños, ensueños y despertadores

Lo malo del sobrenombre de Equipo de Ensueño utilizado a raíz de los Juegos de Barcelona y cuya secuela se encuentra en Toronto, es que da lugar a muchos juegos de palabras y dobles sentidos, no siempre positivos. La prensa norteamericana, tan amiga de estas cosas, no se corta en sus ediciones posteriores al encuentro frente a España a la hora de utilizar en sus titulares y crónicas referencias al sueño, ensueño, pesadilla, dormir, despertar y demas similitudes. "Por momentos, el Equipo de Ensueño pareció un equipo de dormilones" comenta Greg Boeck en un artículo del USA Today titulado Por qué no satisfizo el Dream Team II. No se puede decir que uno de los diarios de mayor tirada en EEUU dedicase especial atención al evento -el espacio era parecido al otorgado a una competición de voley-playa- y en una breve crónica en sus páginas interiores destaca que los españoles "no pidieron autógrafos a sus contrarios ni quisieron sacarse una foto con ellos como ocurrió con el Dream Team I en los Juegos de Barcelona". En una frase de difícil traducción, utiliza el término friskis para calificar a los jugadores españoles."EE UU confunde su sueño con una pesadilla". Stephen Brunt, del Globe and Mail, periódico canadiense de tirada nacional, se despacha a gusto. "No hubo exhibición. No hubo juego de estrellas. No hubo divertimento. Sólo una pandilla de jugadores que no sabían jugar unos con otros".

El Toronto Sun insiste en lo mismo. Titula: Sigue durmiendo (juego de palabras con la serie de televisión Dream On, que se puede ver en Canal +). Aparte de criticar a los estadounidenses, tiene palabras de elogio hacia el juego español. "Los jugadores españoles fueron pacientes, tranquilos e inteligentes. Movieron el balón con método, usaron sus bloqueos sabiamente y por momentos sonrojaron al equipo de las estrellas".

No podían falta referencias al Dream Team I. El mal llamado Dream Team II aclaró en sólo un encuentro la polémica suscitada a lo largo de los últimos días sobre su mayor o menor semejanza con sus míticos antecesores. Los jugadores intentaron, en un día no propicio para este tema, desentenderse de las comparaciones. "Todo el mundo habla de las diferencias de puntos, pero a mí me da igual. Los españoles lograron 100 puntos. ¿Y qué? Nosotros hicimos 115", dijo al terminar el partido Coleman. "Lo único que quiero es la medalla de oro", aseguró Majerle. De todas formas, eran conscientes de que su mal partido tendría consecuencias. Reggie Miller, alero de los Pacers de Indiana, fue claro. "Va a haber una gran dosis de críticas y es justificable. De todas formas, hasta ahora todo el mundo nos había estado dando palmaditas en la espalda". Quizás, si no hubiesen ejercitado tanto la lengua...