Prosinecki no encuentra con quién hablar en el Madrid
Lo que siente Prosinecki es impotencia. Se considera maltratado y no sabe muy bien por qué. Está dolido con el Madrid, pero no quiere alzar la voz aún. Traga saliva, soporta temporalmente en silencio la suspensión de empleo y sueldo y confía en que su representante encuentre una solución: un lugar donde poder jugar. Zoran Vekic, su agente, se desespera ante el vacío que cree ver actualmente en el Madrid.Sin Ramón Mendoza, de vacaciones hasta la próxima semana, ni Inocencio Arias, Vekic no recibe respuestas de nadie a sus reclamaciones por la sanción, ni propuestas viables para su salida del club. "En el Madrid no hay nadie", dice, "tan sólo una chica de la limpieza". Lorenzo Sanz, uno de los vicepresidentes y la momentánea cabeza visible del club, no le ha resuelto nada.
"No sabemos nada sobre la suspensión de empleo y sueldo", se lamenta Vekic. "Hemos recurrido por escrito al club", añade, pero nadie nos responde. No sabemos el motivo del castigo. La prensa dice que se debe al reconocimiento médico al que se sometió el jugador con el Barça. El club nos autorizó a negociar con otros clubes para buscarle una salida a Prosinecki. En el caso de un jugador como el que represento, que ha sufrido varias lesiones, sin un análisis físico previo nadie negocia. No es justo".
Prosinecki, mientras, se entrena por su cuenta en un parque próximo a su domicilio. Tomislav Ivic, el seleccionador de Croacia, que quiere contar con él para un amistoso, se plantea viajar a España para encargarse de la preparación del jugador.
La oferta del Valencia, si todas las partes llegan a un acuerdo sobre la distribución de la ficha del jugador, puede ser la solución. En caso contrario, Prosinecki reclamará ante la UEFA.
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