España abre el baile con la más fea

España comienza el baile con la más fea, y encima la tiene que sufrir el día de su puesta de largo. La próxima madrugada (1.00, hora peninsular española, La 2) debuta en el Mundial enfrentándose al futuro campeón, EE UU, en un encuentro donde no tiene nada que perder, aunque tampoco nada que ganar. La preocupación se centra en no ser humillados por un conjunto que quiere arrasar desde el primer día y cuyo objetivo es superar la diferencia de 43 puntos de media que obtuvo el Dream Team I en los Juegos de Barcelona. España afronta el debút sabedor de que el partido crucial será ante Brasil.

Para unos es una ventaja. Son los que piensan en la posibilidad de divertirse jugando frente a toda una constelación de estrellas encabezada por Shaquille O'Neal, de profesión rompetableros, y consideran una ventaja el poder observar a sus próximos adversarios, Brasil y China. Los pesimistas opinan que hubiese sido mejor empezar con algún plato de mejor digestión, como por ejemplo los chinos. No hay unanimidad en el análisis, lo que tampoco es que tenga especial importancia teniendo en cuenta que todos coinciden en señalar que España es el único equipo que comienza el torneo un día más tarde que el resto. El encuentro de hoy es una anécdota que salvo masacre, algo no descartable, no tendrá consecuencias ni en un sentido ni en otro.Precisamente en evitar un descalabro con efectos, psicológicos secundarios se cifra el interés básico de la selección española. "Lo importante es salir contentos, se pierda por lo que se pierda", opina Lolo Sainz, el entrenador español. Ahora bien, ¿cómo se divierte uno cuando está siendo utilizado como un oso de peluche por un colectivo ansioso de mostrar sus habilidades? Ahí radica la cuestión. Porque hablar de planteamientos técnicos, tácticas sorpresa y jugadores claves resulta un poco inútil en un caso como éste.

España se va a encontrar con 12 jugadores sedientos de puntos, machaques, contraataques y todo lo que sea posible para lograr despertar parecida admiración que sus predecesores, el Dream Team I, formado por jugadores que han sido una auténtica leyenda. La comparación que no cesa ha tenido en las últimas horas a Michael Jordan como nuevo portavoz. Según el actual jugador de béisbol, los olímpicos serían capaces de vencer en estos momentos a los mundialistas. Polémicas aparte y mientras no se pueda dilucidar en la cancha tales disquisiciones, el equipo dirigido por Don Nelson saltará al terreno de juego con Shaquille O'Neal de pivot titular, decisión anunciada públicamente por el técnico de los Warriors de Golden State. Quedaba desvelada una de las incógnitas que habían despertado mayor expectación en unos aficionados que, a falta de dudas de importancia, se contentan en disquisiciones de menor enjundia.

La siguiente cuestión a resolver residirá en conocer qué diferencia son capaces de sacar a un equipo español al que no le queda más remedio que sufrir durante 40 minutos a la espera de lo que realmente importa. Y desde luego, no es ponerle un tapón a O'Neal o meterle una canasta en los morros de Dominique Wilkins, sino preparse de la mejor forma posible para el fundamental choque con Brasil. Pero hasta que pase el suplicio, Brasil seguirá siendo el futuro. Hasta entonces, a ponerse el paraguas y aguantar el chaparrón.