"Un metro es suficiente para Laudrup"

El Madrid de la gran expectación ya está en España. Unas cuantas imágenes de sus primeros ensayos en Suiza han desatado la euforia entre el madridismo. Jorge Valdano, el entrenador que ha generado la ilusión, da su impresión sobre algunos aspectos del equipo en estos días de trabajo.Lo positivo y lo negativo. Lo positivo, la actitud. Lo negativo, que la familia no estuvo unida hasta ahora mismo, cuando llegaron Hierro y Luis Enrique, y dos o tres problemas físicos. Por lo demás, una temporada ejemplar sin ningún sobresalto.

Euforia entre la afición. La euforia siempre es excesiva. La tenemos que utilizar como motor. La expectación está directamente relacionada con la ilusión. Empuja a los jugadores y los anima a ilusionarse. Siempre es un buen negocio. También aumentan las obligaciones, pero en el Madrid estas situaciones hay que resolverlas. La euforia no se puede construir desde el marketing, sale de forma espontánea.

El achique de espacios. Va bien. En primer lugar, porque fue aceptado por los jugadores. Creen en él como solución a los problemas defensivos de un equipo atacante. En cuanto a la asimilación, aunque no descarto altibajos en el proceso, mejor de lo esperado.

La presión. Requiere de un mayor orden. A veces, el entusiasmo hace que algunos jugadores se aventuren por sí solos a la presión. El equipo necesita colectividad en estos movimientos. Si logramos que se haga con orden, ahorraremos energía y con esa energía ganaremos vitalidad para el juego de ataque.

El juego adelantado de los porteros. Hay un aprendizaje y una intuición. Por lo, tanto, la adaptación tiene niveles. No es uniforme. Sin dar nombres, cada jugador tiene un nivel de asimilación.

La posesión del balón. Está claro que este equipo está dotado para tener el balón. Falta apretar el balón de tres cuartos de campo para adelante. Bueno, acabamos de empezar y hemos trabajado la resistencia. Los jugadores encontrarán su velocidad al cabo de un mes y encontrarán también la otra velocidad deseable, la colectiva. A medida que los jugadores se conocen se lanzan mensajes y ese tipo de entendimiento sólo lo da el tiempo.

Pases al espacio, recepciones al pie. Con los delanteros estamos trabajando específicamente en esto para convencerles de que con movimiento pueden ganar un metro. Y un metro es vital para un jugador de la categoría de Laudrup. Es el espacio suficiente para que meta un pase. También es cierto que los medios están acostumbrados a recibir el balón al pie. Necesitamos que empiecen a jugar mas sin el balón. Tienen que empezar a fabricarse espacios para dar más variantes ofensivas al equipo.

Las sociedades. Algunas son obligatorias, por cercanía, y ya están formadas. Aseguran el aprobado del equipo. Las han entendido muy pronto y las han asumido con concentración. Con el tiempo aparecerán otras sociedades por simpatía: jugadores que se entienden y que terminan por alcanzar un acoplamiento brillante. En el Madrid siempre las ha habido, como entre Michel y Butragueño. Éstas no han aparecido aún, pero lo harán.