Bruquera permite mantener la esperanza
Alemania y España empatan a un punto tras la primera jornada de la eliminatoria de cuartos de final de Copa Davis que les enfrenta sobre la hierba de Halle (Westfalia). Sergi Bruguera, cuarto jugador mundial, de 23 años, se impuso a Marc Goellner, 800 mundial, por 7-6 (73), 6-3, 6-2 en 1 hora y 34 minutos. En el segundo encuentro, Jordi Burillo, que debutaba, en Copa Davis, perdió frente al tercer jugador mundial, Michael Stich, por 4-6, 6-3, 7-6 (7-4), 6-2. Bruguera podría sustituir a Carlos Costa y jugar con Carbonell el doble de hoy (14,00, La 2).Bruguera confirmó ayer que las cosas han cambiado en el tenis español. Desde los ya casi legendarios tiempos de Manuel Santana jugar fuera de casa suponía la pérdida casi irremediable de la eliminatoria para el equipo español. Eso ocurrió hace sólo dos años en Bolzano, donde con un equipo mediocre Italia consiguió ganar por 4-1.
Una superficie rápida suponía un obstáculo insalvable. Y la hierba, una superficie maldita. Sin embargo, estas premisas están pasando a la historia ocurra lo que ocurra en Halle, la imagen que habrá dejado distará mucho de aquella que se dio en Aarhuis en 1988, cuando se fue de Dinamarca -sin un tenista entre los 150 mejores del mundo- con el rabo entre las piernas.
Tal como hizo en Wimbledon, Bruguera se olvidó de que es el mejor jugador de tierra batida, modificó sus esquemas y se lanzó a un ataque constante, pero siempre bajo control. A lo largo de todo su partido ante Goellner, un buen jugador sobre hierba, perdió sólamente una vez su servicio, en el primer set, pero después no concedió ni siquiera una bola de break.
La solidez de su servicio fue tan importante como su cambio de mentalidad. "Me cuesta adaptarme a la hierba y más esta vez porque venía de la tierra de Gstaad. Pero me mentalicé. No se puede jugar desde el fondo y hay que restar con golpes ganadores", comentó. El mérito de Sergi es llevar a cabo sus teorías. Algo reservado sólo a los grandes. Burillo tiene unos esquemas más primarios y no puede salirse de ellos. La base de su juego es la potencia de todos sus golpes. Mientras está centrado es capaz deponer en aprietos a cualquier rival, porque es él quien marca el ritmo. Pero si su nivel de aciertos desciende y es el otro jugador quien marca el ritmo, sus cables pueden cruzarse y acabar mal. Burillo vivió estas dos fases. En la primera ganó un set al número dos mundial, Stich, y le forzó a un tiebreak. En la segunda, perdió el partido por 6-2 en el cuarto set.
El doble que hoy disputará el equipo español ante Stich-Kuhnen es fundamental, pero no decisivo. Avendaño abrió ayer la posibilidad de que Bruguera y no Costa, como estaba previsto, sea quien lo juegue junto a Carbonell. El jueves, Costa confesó sentirse mal por no disputar los individuales.
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