Los bomberos luchan durante seis horas contra un incendio en la fábrica de Roca
Una chispa procedente de un soplete fue la culpable del incendio que se desató ayer por la tarde en la factoría que la empresa Roca posee en Alcalá de Henares (164.000 habitantes). El fuego se declaró en el horno número 8, situado en los sótanos de la instalación, y prendió rápidamente al ser ésa una zona de almacenaje de polixpán -un material aislante muy tóxico-. Diez vehículos de bomberos necesitaron seis horas para extinguir las llamas.
Las emanaciones obligaron a desalojar la nave sin que se registraran heridos ni intoxicados de gravedad, según fuentes de la industria.La naturaleza del humo -altamente tóxico- hizo necesario el uso de oxígeno por parte de los bomberos durante las labores de extinción, que comenzaron a las 18.30 y finalizaron sobre las 12 de la noche. A los pocos minutos de declararse el siniestro, acudieron al lugar varias ambulancias, diez vehículos de bomberos y agentes de la policía municipal.
Sólo un trabajador de la empresa Roca resultó levemente intoxicado a causa del humo desprendido por el polixpán y fue trasladado al Hospital de Alcalá de Henares, informa Javier Barrio. Algunos obreros expresaron su protesta contra la empresa alcalaína por entender que se les había avisado tarde del accidente.
Nada más arribar a la fábrica, los bomberos -procedentes de distintos municipios de la comunidad- intentaron alcanzar el foco del siniestro, pero fue inútil debido a la imposibilidad de hacer frente a las emanaciones tóxicas procedentes del sótano en llamas.
Virulencia
El hecho de que los hornos sean subterráneos hacía inaccesible el foco causante del incendio; el único camino para llegar era también la única vía de salida para el humo. Por si fuera poco, los bomberos de la comunidad tuvieron que bregar también contra las dimensiones de la instalación siniestrada, una nave de 1.200 metros de longitud, lo que también contribuyó a dificultar las labores de extinción. Para intentar sofocar el incendio, los bomberos tuvieron que improvisar un corredor de 80 metros entre las llamas, lo que, finalmente, les permitió atajarlas.Los trabajos de soldadura que originaron las llamas se estaban realizando en la planta baja de la fábrica. Las causas por las que la chispa del soldador cayó al sótano eran desconocidas ayer, según informaron fuentes del servicio de bomberos de la Comunidad.
La virulencia del incendio hizo necesaria la presencia de más de una decena de coches de bomberos. El siniestro se consideró extinguido hacia las doce de la noche. Ni los bomberos ni personas vinculadas a la industria se atrevían anoche a cuantificar los daños materiales.
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