Cruzada contra Induráin

No hay más que una consigna en el pelotón internacional: acabar con el reinado de Miguel Induráin. Es la obsesión, la bandera que mantiene vivas las ilusiones del ciclismo profesional en otros países. Parece que ha llegado la ocasión. Induráin mostró en el Giro que es humano. La cruzada contra él ya está en marcha.El Tour empieza mañana en Lille con un prólogo de 7,2 kilómetros. Se le concede gran importancia a este trámite. Hay que quebrantar a Induráin desde la primera pedalada. La alianza es universal. Rominger es el designado para ocupar su trono. Si desfalleciera en la larga guerra que se avecina, hay designados varios delfines para tomar el relevo. El caso es que Induráin no gane. Sería su cuarta victoria consecutiva, a tan sólo una del récord que comparten Anquetil, Merckx e Hinault.

Dos de estos grandes ciclistas han dado las claves para derrotar a Induráin. "Hay que hacerle trabajar desde el primer día, no sólo a él, sino a todo el equipo, para que no suceda lo del año pasado, que estaba arropado por sus compañeros en la montaña", dice Hinault. "Allí, sobre un terreno que no le es favorable, que luche solo. Rominger, entonces, tendrá mucho ganado, sobre todo si confirma su mejoría en las contrarreloj". Merckx, por su parte, se hace una pregunta: "¿Cómo puede resistir un ataque en la montaña alguien que mide 1,86 metros y pesa 80 kilos? Ahí es donde se le puede superar". Stablinski, ex campeón mundial, es partidario de ir a por Induráin desde mañana mismo: "Hay que desmoralizarle. De Lille tiene que salir con la duda de que ya no es el mejor. De lo contrario, habría que esperar a los Pirineos para atacarle, pero desde las primeras rampas, sin- esperar la llegada de los Alpes, porque entonces podría ser tarde".

Que Induráin no gane el prólogo también lo considera decisivo Claude Droussent, de Velo Magazine, para el desarrollo del Tour: "Induráin quedaría desconcertado si Rominger le supera el primer día. Después la gran ocasión llegaría en los Alpes, porque la etapa que termina en Val Thorens es corta, rápida y nerviosa, muy propicia para Rominger".

Philippe Creppel, apoderado del Novemail, considera que "meter presión a Induráin desde la salida es imprescindible para derrotarle; se trata de un trabajo de desgaste". El corredor Marc Madiot, del Corbeil, tampoco es partidario de esperar para el ataque: "El prólogo va a servir de barómetro y para definir psicológicamente la carrera porque a Induráin hay que ganarle en su terreno".

Otras opiniones, en cambio, no subestiman tanto a Induráin, porque le siguen concediendo la supremacía en las etapas contrareloj y aconsejan aguardar a momentos más propicios para atacarle. El ex corredor Alain Bondue dice: "Paciencia, hay que dejar que pase la primera semana para ver cómo ha salido del Giro. Si está tan fuerte como otros años, sólo quedará mandar corredores para delante, avivar las etapas y atacar la última semana". Francis Moreau, del Gan, también ve la montaña como único lugar donde Induráin pueda ceder: "Imposible ganarle contrarreloj. Ahora, eso sí, en cuanto la carretera se empine, a por él". Cyrille Guimard, director del Castorama, ve derrotado a Induráin si sus principales rivales no pierden mucho tiempo en las contrarreloj

Rominger, ante esta cruzada puesta en marcha, acepta ser el elegido para derrocar al rey: "Sí, tengo la posibilidad de ganar el Tour. La responsabilidad que se me asigna no me asusta. Compito mejor con presión".