Crisis en la Unión Europea por el veto de Major a Dehaene como sucesor de Delors

El Reino Unido se descolgó ayer en la cumbre de Corfú, como en tantas otras ocasiones, de sus 11 socios de la UE. Cuando éstos se habían puesto ya de acuerdo en elegir al primer ministro belga, Jean-Luc Dehaene,como sucesor de Jacques Delors al frente de la Comisión, el jefe del Gobierno británico, John Major, con la vista en su frente interno, vetó el nombramiento y puso un contrapunto de crisis a una cumbre histórica por la solemne adhesión a la UE de cuatro países y el acuerdo de asociación con Rusia. El canciller alemán, Helmut Kohl, anunció que convocará para el 15 de julio una cumbre extraordinaria que resuelva la crisis.

Los dos rivales de Dehaene -el holandés Rutid Lubbers y el británico Leon Brittan- retiraron ayer por la mañana sus candidaturas al hacerse evidente que sólo contaban con un respaldo muy minoritario, pero no consiguieron que Major cambiase de postura. Este dijo que el primer ministro belga "no es el hombre más adecuado" para presidir la Comisión Europea y prometió que no levantará su veto "ni hoy, ni dentro de dos días, ni dentro de dos semanas". Si a ello se une que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, asegura que es irreversible la derrota de Dehaene, la deducción es obvia: hay que, buscar otro candidato.Los nombres que se manejaban ayer eran cuatro: el irlandés Peter Sutherland, el belga Étienne Davignon, el español Felipe González y el francés Jacques Delors, actual presidente. de la Comisión, quien. ya se ha apresurado a decir que "está excluido" que siga en el cargo, en el que lleva 10 años. "Estoy decepcionado por Europa", dijo Dehaene.

Para Major, Dehaene es el símbolo del intervencionismo y el aumento de poder del Gobierno central dé la Unión Europea, lo que más odian los euroescépticos de su propio partido, que le acosan sin tregua. Pero eso deja a la Unión en una delicada situación.

El canciller alemán, Helmut Kohl, calificó de "loca y primitiva" la idea británica de que había una manipulación del proceso de sucesión por parte del eje franco-alemán.

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