¡Hum, hum.. Es Julen !
Guerrero tuvo escolta policial especial para protegerle de las quinceañeras
Posee todos los requisitos necesarios para interpretar una serie norteamericana de chico guapo encuentra a chica guapa, se enamoran y son felices para siempre. Pero en realidad podría asumir el papel de Tadzio, el protagonista de Muerte en Venecia: rubio, ojos verdes, piel blanca, sonrisa arrebatadora, 178 centímetros y una extremada timidez que le lleva con frecuencia al sonrojo. Julen Guerrero enamora a las quinceañeras no por su arte con el balón, sino por el arte que desprende de sus formas. No saben de qué juega. Es más, no les gusta nada el fútbol. Sólo les interesa él. Es su nuevo ídolo, el que ha bajado del pedestal a Brandon, el buenísimo de Sensación de vivir. Y el acoso que ha sufrido ha sido la única noticia de la apacible concentración española previa al Mundial. Tanto es así que la policía hubo de someter al jugador a un marcaje especial... con dos agentes femeninos. Marcaje que finalizó ayer, día en el que la selección partió hacia Canadá y Estados Unidos, sin mayores novedades que el punto y final a esta inesperada serie de acosos.La ventaja de tener ídolos nacionales está en poderlos tocar. Intentarlo supone al menos una aventura. El lunes, 24 horas después de que la selección llegara a Madrid, el hotel Mindanao se encontraba sitiado. "S,i había 400 personas en la puerta, 398 eran nifias; las otras dos, dos mamás", así recuerda la situación uno de los responsables del hotel.Medidas de seguridad
Las medidas de seguridad se extremaron ante la avalancha. Nadie se acordó al elegir el lugar de concentración que en las proximidades hay tres colegios de chicas. El alboroto era continuo. No sólo cuando los jugadores salían para entrenarse. Los huéspedes eran controlados a la entrada. Las llamadas telefónicas, tamizadas. Y la quinta planta del edificio, reservada para la selección, férreamente vigilada por la policía. Pero una joven a la que recuerdan como "de unos 16 años, morena y más bien regordeta" estuvo a punto de romper el cordón de vigilancia. No saben cómo, pero logró entrar en el hotel y allí dentro esconderse en una despensa donde encontró un uniforme de camarera. Con el babi azul oscuro y el delantal blanco como salvoconducto se encaminó hacia la quinta planta, donde descansaban Julen y sus compañeros. En su escapada se encontró con un maïre. Tras un saludo de cortesía, la chavala pensó haber burlado el peligro, pero el pantalón que escondía bajo el uniforme la delató: "Tú no eres camarera". Había sido cazada infraganti. Llegó la policía, los responsables del hotel, de la selección... Pero no se asustó. %Qué haces aquí7, la increparon. "Esto es un lugar público", respondió. "Pero ese uniforme no lo es". La aventura acabó.
De Julen Guerrero saben casi todo. Que tiene 20 años, que estudia Ciencias de la Información en Bilbao y que dicen que sale con una chica de Laredo. El año pasado hizo la mili Su corte de pelo abrió un debate: ¿estaba más mono con melena o rapado? Y él, el objeto del deseo, ha soportado impasible las bromas de sus compañeros, que veían con envidia las pasiones que provocaba. El acoso a Guerrero ha sido la única noticia de la selección. Lo cual quiere decir que ha sido una buena noticia. En Estados Unidos, donde hay más jóvenes rubios de ojos claros, Julen espera recobrar la tranquilidad y dedicarse a lo suyo, el fútbol.
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