Javier Clemente retira su amenaza y abre las puertas al público

Javier Clemente retiró finalmente su amenaza. El seleccionador nacional, tras ser increpado por algunos aficionados en el entrenamiento del lunes, había decidido realizar a puerta cerrada el de ayer. Sin embargo, tras escuchar las recomendaciones de Damián Sedano, el responsable de la seguridad del combinado español, accedió a que el público presenciara la sesión.El escenario del ensayo, el campo municipal de Las Rozas, anunciaba otra jornada crítica: amaneció con pintadas alusivas a la no convocatoria del madridista Michel y contrarias al seleccionador. Las leyendas fueron debidamente borradas antes de la llegada de los jugadores. Después, Sedano, que tenía localizado al grupo que le había dado la mañana del lunes a Clemente, dialogó con ellos y les sugirió que mejoraran su comportamiento. "Han entendido que esto es un trabajo que hay que respetar", dijo.

Sedano informó a Clemente de su conversación con los hinchas y el entrenador decidió abrir las puertas. No hubo incidentes. El público, unas 1.200 personas, afrontó la sesión con continuos gritos de ánimo hacia los seleccionados. Ni siquiera a la salida hubo problemas. El técnico recibió algunos silbidos al entrar en el autobús, lo mismo que los jugadores del Barça. Guerrero escuchó otra colección de piropos femeninos. Nada más.

En realidad, aunque los aficionados hubieran querido dedicarle su presencia al seleccionador, no habrían podido. Varios miembros de la Guardia Civil les custodiaron en todo momento y cortaron con celeridad cualquier amago de insulto. "Clemente, pardillo", se atrevió a gritar un chico ya fuera del campo. Un guardia se acercó a él y le convenció de la conveniencia de no repetir más el gesto.

La selección viaja hoy a Canadá [el viernes jugará allí un amistoso] y no regresará a España hasta la conclusión del Mundial.