España entra en la élite

La historia de Roland Garros realza aún más el éxito obtenido por Sergi Bruguera y Alberto Berasategui este año en París, la meca de los torneos sobre tierra batida. Que dos jugadores del mismo país disputen la final masculina no es habitual. Es algo que sólo han conseguido tres países con anterioridad: Estados Unidos (3 veces), Australia (5) y Francia (5). La última vez que se dio se enfrentaron Jim Courier y Andre Agassi en 1991, con victoria del primero.

La mayoría de duelos entre compatriotas por la disputa del título se produjeron antes de que el tenis se convirtiera en open (1968). Francia tuvo a los "mosqueteros" (René Lacoste, Henri Cochet y Jean Borotra) como protagonistas (años 20). Mientras que Australia aprovechó su época dorada (años 50 y 60), con nombres tan ilustres como Roy Emerson, Rod Laver, Fred Stolle, Ken Rosewall y Roche.

Estados Unidos, por el contrario, lo logró con muchos años de diferencia y con protagonistas tan dispares como Mc Neill y Riggs (1939) y Parker y Patty (1949).

Sin embargo, Bruguera, Berasategui y Arantxa han situado el listón más alto. Ahora ya no se trata sólo de dos finalistas masculinos, sino de tres españoles en dos finales del Grand Slam (Roland Garros, Wimbledon, Open de Australia y Open de Estados Unidos). Naturalmente eso tampoco había ocurrido nunca en el tenis español, Pero sí, en el mundo del tenis internacional.

Desde la implantación del tenis profesional (1970) sólo sucedió una vez en Roland Garros. Fue en 1984 y tuvo a McEnroe, Navratilova y Evert de protagonistas. Anteriormente, Estados Unidos, en cinco ocasiones; Australia, en cuatro; y Francia, en tres, habían realizado la misma hazaña.

En otros torneos del Grand Slam la situación se ha reproducido múltiples veces. Las últimas fueron: Wimbledon-91. (Stich, Becker y Graf), Australia-89 (Lendl, Mecir y Sukova), Estados Unidos-1986 (Lendl, Mecir y Sukova).