De lavadora vieja a lámpara posmoderna
Dos talleres con subvención municipal enseñan a reciclar muebles y electrodomésticos
Es como el cuento de Cenicienta, pero la única hada madrina para transformar ratones en corceles es la imaginación. El ingenio y la habilidad de cada cual sirve devarita mágica para convertir una lavadora anticuada en un aparato de luz; un cofre viejo, en un armario de disfraces, y un aparador, en un mueble para el baño. Dos talleres, con subvención municipal, uno enRetiro y otro en Arganzuela, enseñan a reciclar muebles y electrodomésticos desechados. La basura es su principal almacén. Hasta el 6 de junio muestran parte de sus obras en La Lonja de la Casa del Reloj.
La experiencia pionera fue la de Arganzuela, que funciona desde 1989. Su monitor, Julián Ruiz, llevaba desde 1985 empeñado en que los muebles viejos no acabaran en el vertedero de Valdemingómez. Durante cuatro años tuvo su propio taller junto al parque de Berlín (Chamartín).Después lo propuso al Consistorio y comenzaron a trabajar en una pequeña nave de la Casa del Reloj. Por ella han pasado numerosos alumnos y un sinfín de extraños y destartalados objetos que allí renacen. Desde hace un año, el proyecto se ha extendido a otro local en la parroquia de Nuestra Señora de Atocha, de Retiro, y hay otro nuevo monitor, Fernando de Vicente, que comenzó como alumno.
"Intentamos recobrar la idea del hombre renacentista que tenía una visión global y multidisciplinar de las cosas", explica Ruiz. "Los alumnos son variopintos, algunos están interesados por la ecología, a otros les llama más la atención el aspecto estético, y también hay quienes ven en el reciclaje de muebles una salida profesional", añade.
"Además de recuperar los objetos, procuramos conocer su historia; por ejemplo, a veces no se sabe que muchos de esos muebles de haya que se venden en los hipermercados proceden de países del Este que, a fuerza de vender su madera para saldar la deuda externa, han sufrido una fuerte deforestación", apostilla. "Y encima luego tiramos estos productos a la basura", concluye.Una salida laboral
Varios alumnos han decidido buscar una salida laboral en la recuperación de muebles desechados. Juan Montejo, de 42 años, es uno de ellos. Encargado de comercio, quedó en el paro y ha apostado por la restauración. Para ello se ha afincado en Villamar de Cadozos, un pueblo de Zamora. "Allí casi no queda nadie que arregle muebles; no sé qué tal me irá, es una apuesta y una nueva forma de enfocar mi vida", asegura.
Los muebles provienen de los contenedores de basura, de las casas de los parientes y de organizaciones como los Traperos de Emaús.
Los Traperos llevan diez años en Madrid retirando de los domicilios muebles y ropa usados que todavía pueden utilizarse. Después, tras álgunos retoques, los venden a bajo precio. También realizan recogidas de objetos inservibles a precios económicos.
El grupo, aglutinado en torno a Enrique Castro, párroco de Entrevías que trabaja desde hace años con jóvenes con problemas de marginación, tiene una tienda en el número 7 de la calle Provisiones, en Lavapiés. Intentan ofrecer una salida a personas en situaciones de desarraigo. Otros colectivos como Juventud y Futuro y la fundación evangélica Betel de apoyo a toxicómanos desarrollan experiencias parecidas.
Los cursos de reciclaje de muebles duran de octubre a junio y se celebran los lunes, martes, miércoles y jueves, de 9.00 a 13.00, en Arganzuela, y los martes, miércoles y jueves, en turnos de 10.30 a 13.30 y de 17.00 a 20.00, en Retiro. Cada persona tiene sólo un día de clase semanal. El precio ronda las 5.000 pesetas mensuales.Exposición hasta el día 6 de junio en el Centro Cultural Casa del Reloj. Plaza del General Maroto s/n. Horarios: de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00; festivos, de 12.00 a 14.00. Taller de Arganzuela. Casa del Reloj. Teléfono 588 62 93. Taller de Retiro. Parroquia Nuestra Señora de Atocha. Avenida de la Ciudad de Barcelona, 1. Teléfono 433 10 57. Traperos de Emaús. Llamadas para recogida, en el 785 57 87. Tienda: Provisiones, 7. Teléfono 527 33 97.
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