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La Unión de Consumidores critica que la liberalización petrolera no ha supuesto mejora de competitividad

Dos años y medio después de haberse llevado a cabo la liberalización del sector petrolero, el consumidor sigue sin beneficiarse de una diversidad en el precio de la gasolina que, según un estudio comparativo realizado por la Unión de Consumidores de España (UCE), siguen ajustándose "sospechosamente a los máximos que semanalmente marca el Ministerio de Industria, sin apenas variaciones entre las distintas estaciones de servicio".A pesar de este nuevo margen de competitividad, sólo un 18% de estaciones de servicios ubicadas en la carretera ofrecen servicio permanente; sólo el 63,6% facilitan la presión de neumáticos y, en combustibles sin plomo, normalmente sólo se ofrece el de 98 octanos, privando al consumidor la posibilidad de optar por el de 95 octanos, más barato.

Según las conclusiones del estudio, realizado con la visita del 11 % de las gasolineras de 11 compañías establecidas por todo el territorio nacional, "marcas con escasa presencia en el sector están al la cabeza en la oferta de servicios, como es el caso de Total o Mobil". El análisis apunta que "compañías que han tenido todas las posibilidades y medios a su alcance, tanto durante el monopolio como tras la liberalización (como Petronor, CEPSA y Campsa), están dando unos servicios incompletos". Por ejemplo, un alto porcentaje de estaciones de servicio de estas compañías, no admite el pago con tarjetas de crédito, no tienen teléfono público o tienen aseos con importantes carencias sanitarias o higiénicas.

La UCE, subraya la gravedad del bajo porcentaje de gasolineras que funcionan las 24 horas en carretera, "donde este servicio se hace imprescindible".

Se ha extendido la oferta de gasolina sin plomo, aunque un 12,6% de las gasolineras todavía no disponen de este tipo de combustible. Durante el periodo de recogida de datos, la UCE fue testigo de la máxima oscilación de precios entre las diferentes compañías, que siempre roza el máximo permitido, fue de 1,2 pesetas en las gasolinas y dos pesetas en los gasóleos de automoción. Sus expertos aseguran que tampoco apreciaron una "diferencia relevante" en los precios de la gasolina sin plomo de 98 octanos que no está intervenida por el Gobierno y cuyo precio suele ser el más caro.

,Además, la posibilidad de elección del cliente entre las dos sin plomo queda mermada por el hecho de algunas compañías que ofrecen los dos combustibles, "no informan con claridad al consumidor de la posibilidad de elegir entre una y otra".

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