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Una familia diferente

La vida es un pastel y tienes que conformarte con el trozo que te ha tocado en el plato, y, si se ha puesto duro y huele mal, pues hay que tirarlo y dejar sitio al nuevo pastel que pueda llegar". Así resume Kate a Allie su filosofía vital en un episodio de esta telecomedia que repesca Canal + (en abierto) y que fue extraordinariamente popular desde mediados de los ochenta en EE UU. Kate y Allie toma el título de sus dos heroínas, dos divorciadas con hijos que plantan piso en el Greeriwich Village de Nueva York para compartir gastos y darse mutuo soporte emocional.

Kate y Allie es feminista, pero no panfletaria, y con momentos divertidos. La telecomedia no fue rupturista en su momento, porque la familia uniparental, y en general una sensibilidad más flexible frente al modelo de familia en televisión (hasta entonces monopolizado por la familia nuclear), se había abierto ya paso, y a golpe de escándalo, en los años setenta. Pero fue la más popular entre la audiencia femenina.Su humor radica en el contraste entre las dos mujeres -posfeminismo y prefeminismo revueltos-, fuente constante de mordacidades sobre todo lo divino y lo humano, y especialmente sobre el género masculino, deseado e incomprendido, ridiculizado pero añorado, y ejemplificado aquí por los dos ex de las protagonistas y los novios y amigos que recalan en sus vidas.

El hombre es alguien con quien no se puede vivir, pero tampoco prescindir de él. Kate trata de explicárselo a Allie: "Realmente no sé lo que quiero. Quería casarme, pero en el fondo no deseo estar casada. Quiero enamorarme, pero no me siento capaz de asumir ese compromiso. Quiero a un hombre, pero no conozco a ninguno que desee de verdad". Como siempre, Allie, una magnífica Jane Curtin (que tuvo un Emmy por este papel), da el cierre a la parrafada de su amiga: "Acabas de describir el dilema que tienen todas las mujeres entre edades comprendidas entre la pubertad y la senectud".

Kate y Allie son en muchos aspectos el día y la noche. Kate McArdie (Susan Saint James) fue el típico ejemplar de los sesenta, liberal, comprometida con movimientos radicales. Allie Lowell, en cambio, era en esa época una jovencita conservadora, educada a la antigua usanza. Ambas se casaron en los anos setenta y tuvieron hijos. Las dos se divorciaron en los ochenta.

Se habla mucho de los hombres, y del sexo, que a veces son lo mismo y a veces no. "¿Sabes, Allie?, cuando decidí casarme con Max pensaba que el sexo lo era todo". "¿Y no lo es?", responde sobresaltada Allie. "iClaro que no! Ahora veo lo que es realmente", dice Kate. "¿Y qué es?", insiste Allie. "No te lo puedo decir", responde algo confusa Kate. "¿Por qué no?, mi madre me lo dijo. Me dijo que el sexo es algo que hay que hacer para retener a un hombre; si además, te gusta, es una lotería" sentencia Allie.

Las dos heroínas, que se reparten roles familiares -Kate es el hombre, que trae el dinero a casa; Allie es la perfecta ama de casa-, tienen doblete en sus dos hijas adolescentes.

Kate y Allie fue creada en 1984 a la medida de dos actrices veteranas en el género de la comedia. A Jane Curtin se le nota su paso por la cantera de Saturday night live. Susan Saint James se hizo famosa en los años setenta por la comedia policiaca MeMillan and wife, junto.a Rock Hudson. En los sesenta protagonizó The name of the game, junto a Robert Stack, por la que obtuvo un Emmy.

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