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El público 'lee' a sus autores en directo

José Luis Sampedro y cinco poetas checos, protagonistas de dos veladas literarias

Octavio Cabezas

El novelista y académico José Luis Sampedro (Barcelona, 1917) arrojó anteanoche mucha luz sobre sí mismo y sus dos últimas novelas publicadas (que, paradójicamente, son las primeras que escribió) durante la lectura que realizó, en el hotel Palace, de varios fragmentos de ellas. A la misma hora (ocho de la tarde) y no lejos de allí, en el teatro de Cámara, su colega Clara Janés recitaba versos de cinco poetas checos que ha recopilado y traducido en un tomo de reciente salida. Seis actores de la compañía del teatro la apuntalaron con escenificaciones de los textos.

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Veterano vitalista

La lectura de Sampedro fue el pistoletazo de salida del ciclo La voz del narrador, que la editorial Alfaguara ha organizado dentro de los actos de conmemoración de sus 30 años en activo. Otros autores de Alfaguara con novedades en el mercado (Manuel Rivas, Juan José Millás y José María Merino) sucederán, los tres lunes próximos, al autor de La vieja sirena o Real sitio en el salón del hotel Palace que sirve de escenario al cielo.El veterano economista y académico de la lengua será objeto además, los días 24, 25 y 26 de este mes, de un homenaje en el que, junto a la editorial, participan el Círculo de Bellas Artes y la Comunidad de Madrid.

Sampedro -a quien el director editorial de Alfaguara, Juan Cruz, presentó como alguien que "tiene la intuición de las personas radicalmente buenas"- deleitó a las 75 personas que llenaban el salón con sus bienhumorados comentarios sobre los fragmentos -escogidos por él mismo- de sus dos novelas La estatua de Adolfo Espejo y La sombra de los días, escritas en 1939 y 1945, respectivamente.

"Me parece muy bien esto de leer en público y sazonarlo con comentarios", afirmó, entre otras cosas, el conocido narrador. "Los lectores suelen tener curiosidad por saber cómo y en qué circunstancias se escribieron las novelas que les gustan", añadió.

Preguntado sobre qué impresión le producía acercarse a páginas escritas hace tantos años, el artífice de Octubre respondió: "Creo que he aprendido a escribir algo mejor que entonces. Pero, al asomarme ahora al muchacho que yo era entonces, veo que no he cambiado tanto". En ambas obras se encuentran ya algunos de los temas recurrentes en la novelística de Sampedro, como la ternura no exenta de vigor en las descripciones de situaciones y tipos, la percepción subjetiva del tiempo cuando se experimentan sensaciones importantes o la dignidad inherente a toda persona.

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Poetas checos

Mientras Sampedro leía su palabra escrita, más de un centenar de personas -la mayoría integrantes de la colonia checa de la capital- abarrotaban el teatro de Cámara, en el número 3 de la calle de San Cosme y San Damián. Clara Janés, erigida en maestra de ceremonias, recitaba poesías de Holan, Seifert, Nezval, Halas y Orter. Todas incluidas en el libro Cinco poetas checos, publicado por Ediciones del Oriente y del Mediterráneo.Agudiiado por los gestos de los seis actores que escenificaban las poesías, el público se mostró en general, impresionado por Io que escuchaba: versos escritos en circunstancias muchas veces trágicas, que trazan la historia de la ciudad de Praga desde principios de siglo hasta la víspera de la caída del comunismo. "Te ponen los pelos de punta", aseguraba uno de los asistentes.

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