El Leganés se levantó con legañas de felicidad

Leganés (175.000 habitantes) amaneció ayer entre sonrisas y legañas de felicidad. Después de una tarde de esplendor y una noche de fiesta para el equipo pepinero, los vecinos empezaban a saborear el buen gusto de la permanencia. A primera hora de la mañana eran patentes en el municipio las secuelas de una madrugada loca y jubilosa. En la plaza de España, justo en el centro de la localidad, aún permanecía instalada una gran bandera donde se leía: "Viva el Lega". En un árbol aún colgaba una bufanda blanquiazul y la fuente estaba seca tras una noche de chapuzones y algarabía.

Los jugadores del Leganés, en cambio, se bañaron en champaña. Tras saludar a la afición desde el balcón del Ayuntamiento se reunieron en el restaurante Aris para cenar. Luego, a partir de la una de la madrugada, llegaron las copas y las canciones con ripio: "Un, dos, tres, Leganés", y "mucho Lega, mucho Lega, eh, eh". La juerga de la plantilla se prolongó hasta las seis de la mañana. Sin embargo, jugadores como Antonio, Mario, Pizarro, Mesas, Aguilera o May, tras acabar la fiesta, tuvieron que ir casi directamente al trabajo. "Yo apenas he dormido una hora o dos, por que entraba a las ocho de la mañana en el Registro Mercantil", decía May, quien asegura que además no se podía echar ni la siesta. Algo así le ocurrió a Antonio, que se pasó el día de ayer trabajando en su puesto del supermercado Alcampo. Algunos jugadores sin ocupación sí pudieron disfrutar de la cama hasta casi el mediodía. Peces y Vivar no se levantaron hasta casi la hora de la comida. "He abusado un poco del colchón porque la noche ha sido muy larga y feliz", comentaba Vivar.

Con tanta emoción, los futbolistas ni siquiera pensaron en el cuarto de millón de pesetas en primas que se han ganado en los últimos cinco partidos.

Ya con la permanencia en el bolsillo, los aficionados del Leganés oteaban ayer al mediodía la clasificación y empezaban a hacer cábalas. "En la temporada que viene, el Osasuna, el Lleida y a lo mejor el Rayo y el Valladolid", comentaba Esteban Alonso, de 67 años, jubilado. Se olvidaba del Getafe, que va camino del ascenso.

Un joven que salía de un estanco se lamentaba irónicamente: "Qué pena, porque yo esperaba que el año que viene fuéramos a visitar el Calderón". En cambio, Luis, de 17 años, decía: "Ahora lo que necesitamos es un campo de Primera porque hacia esa categoría vamos".

Mientras, el alcalde, el socialista Jesús Pérez Ráez, anunciaba que este verano se colocará la primera piedra del nuevo campo del Leganés. Las obras, que deberían haber comenzado en abril, acabarán el próximo año, según las previsiones del regidor. "Vamos a hacer un campo de Primera, para el Lega, con 15.000 localidades y con un presupuesto de 400 millones", agregaba el alcalde. Según el proyecto inicial, el nuevo estadio estará ubicado en el camino del cementerio y podrá ser estrenado en la temporada 94-95. Para entonces tendrá razón el eslogan que gritaban algunos hinchas del Leganés tras la permanencia: "Temblad / Barca y Madrid, / el Lega ya está aquí".