"En el Bernabéu se duerme de pena"

Roberto, Ángel, Rubén y unos cuantos amigos más, todos ellos veinteañeros, pasaron la noche del jueves a la intemperie, bajo la luna de Madrid y a orillas del Santiago Bernabéu. Su objetivo era poder comprar las primeras entradas, a 2.500 pesetas cada una, para el Real Madrid-Barcelona de hoy. Lo lograron. Pero lo hicieron, eso sí, 26 horas después de haber llegado a las taquillas. "En el Bernabéu se duerme de pena", coreaban ayer.

Sólo una victoria del Real Madrid aliviaría el enfado que les ha producido semejante espera. "Sólo se abren dos taquillas y se agotan las entradas numeradas en una hora", explica un aficionado que se queja de lo que consideran una desastrosa organización. "Los reventas tienen aquí un chollo y, además, nadie sabe cuántas entradas regala el Madrid a sus amiguetes. Aquí hay un trapicheo acojonante", añade.

Ramón, otro de los que ya saben lo que es dormir en la acera de la calle de Rafael Salgado con un cartón como colchón, sostiene una curiosa teoría: "Las colas dan dinero", sentencia. "Esa es la explicación de que lo organicen así de mal. Lo hacen a propósito. Cuantas más fotos salgan en los periódicos de los miles de tíos que estamos así, más publicidad recibe el Madrid".

Policía y 'litronas'

Tantas horas de paciente espera dan para mucho. Para beberse, por ejemplo, varias litronas. Y también, como cuenta Nacho, "para recibir una carga policial que nos aplastó contra la pared. Y todo por culpa de uno que se puso ahí al lado a hacer el gamba". Y esas 26 horas dan también para vivir de cerca cómo se lo montan los reventas: "Hay uno por ahí que pide 22.000 pesetas por una entrada que en taquilla vale 4.000", explica Gabriel. Pero sus compañeros de acampada van aún más lejos: "Nosotros hemos visto a otro reventa que ha pedido 80.000 pesetas por una tribuna".Precisamente son las tribunas, cuyo precio oficial es de 8.000 pesetas, las primeras entradas que se agotan, porque a las taquillas sólo llegan unas pocas. El club resuelve con ellas unos 200 compromisos y los reventas acaparan unas cuantas más. Marisa, de 20 años, no aspiraba a una tribuna, sino a una modesta entrada de asiento de 4.000 pesetas con la que poder ubicarse en la parte más alta de uno de los fondos. Pero ayer se quedó sin ella a pesar de que desde las nueve de la mañana encabezaba la cola de los que pretendían conseguir una localidad de asiento. "Me cerraron la ventanilla en la cara".

El Madrid va a lograr una recaudación cercana a los 230 millones de pesetas, pero la gente no se muestra precisamente contenta con los precios de unas localidades que hoy sólo estarán en reventa. "Es una pasada", comentan Óscar, Miguel y Aberto, todos ellos de 19 años. "El equipo no está como para que nos pidan 2.500 pesetas por una entrada de gallinero. Pero si el Madrid hunde al Barcelona todo estará bien, incluso el dolor de huesos que tenemos