"Los españoles, son bailarines natos"
Recostada en una de las butacas del Teatro de Madrid, Catherine disfruta siguiendo los ensayos de sus compañeros, mientras materializa en una amplísima sonrisa un sentimiento mitad satisfacción, mitad orgullo. "La compañía trabaja cada vez mejor. Sin la presión de los conflictos podemos concentramos más". Catherine Allard nació en Bruselas hace 33 años. Vivió, estudió y bailó en Holanda hasta 1990, cuando, de la mano de Nacho Duato, actual director de la Compañía Nacional de Danza, entró "de puntillas" en Madrid, ciudad a la que piropea como si el astro rey saliera sólo por la Puerta del Sol y se pusiera de gala para atardecer en las Vistillas. Imagina que el mar está detrás de Rosales y disfruta de la primavera, incluida la dosis de nostalgia que le producen los tulipanes del paseo de Recoletos. Catherine adapta su cuerpo al ritmo de la música con la misma y aparente facilidad con que aprende idiomas. Para charlar con su mentor, compañero y amigo Nacho Duato le basta con el lenguaje del baile, mientras que para la prensa es una mujer locuaz.
Pregunta. Estreno en el Teatro de Madrid, escenario frecuentado por su maestro, Víctor Ullate.
Respuesta. Víctor, como Carmen Rocha, es una persona muy especial para mí. Aprendí mucho en su escuela de Bruselas. Este teatro está bien hecho, cómodo para los bailarines y acogedor para el público.
P. Eso aumentará el interés de los españoles por la danza.
R. Hay mucha más afición de lo que ustedes piensan. El español es bailarín de nacimiento, y no lo digo sólo por el flamenco. Hay que seguir luchando por acostumbrar al público a la danza contemporánea. Nacho Duato lo está. haciendo muy bien.
P. Nacho Duato fue el culpable de que esté en Madrid.
R. Bueno, yo también escogí. Trabajamos juntos mucho tiempo en Holanda, y cuando le dieron la dirección de la companía me preguntó si quería venir, antes de decirme adónde. Me daba cierto miedo el cambio, pero lo vencí por trabajar con él y porque me encanta España.
P. Habla usted de esta ciudad con verdadero entusiasmo.
R. También de Barcelona, y en general de España. Tengo la suerte de vivir en el centro de Madrid, de hacer vida de barrio. Madrid tiene mucho que ofrecer.
P. ¿No resulta quizá desordenada para la disciplinada vida de una bailarina?
R. Sí; cierto caos contrasta un poco con el orden de mi vida. A veces me agobio, pero viajo tanto que cuando llego aquí me siento en casa.
P. ¿Es tan duro llegar a triunfar bailando?
R. Sí. Se sacrifican mucha: cosas. A veces me pregunto: y de mi vida privada ¿qué? Pero esto es lo que quiero hacer. Tengo tan claro como asumido lo mucho que me tengo que esforzar.
La Compañía Nacional de Danza. En Teatro de Madrid hasta el 23 de abril. Consultar cartelera.
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