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D'Alessandro pone firme a sus extranjeros

Jorge d'Alessandro, el entrenador del Atlético, decidió intervenir. Los extranjeros habían iniciado una rebelión (Luis García,contra el técnico; Kosecki, contra las formas del presidente, y Maguy, contra el fútbol español) y el técnico trató de acabar con ella. Ayer se reunió con la plantilla, lapuso firme y la hizo ver que en estos momentos, con el equipo metido en la lucha por la permanencia, deben primar los intereses del grupo sobre los individuales.

La actitud del entrenador marca el compromiso del Atlético hacia sus jugadores extranjeros. Es el primer síntoma de lo que sucederá al final de temporada, cuando llegue la hora de los fichajes y los descartes. El club ha decidido aparcar el asunto por el momento, pero los tres foráneos han firmado su sentencia. Su futuro en el club se ha complicado.Los sucesos se precipitaron desde el pasado sábado. La rueda de declaraciones la abrió el mexicano Luis García, descontento de tanto figurar en el banquillo desde la llegada del nuevo entrenador. "Si sigue D'Alessandro, me voy. Está claro que no cuenta conmigo para nada". El técnico respondió con indiferencia: "A palabras necias, oidos sordos". Jesús Gil se unió al carro de las descalificaciones en una entrevista que publicó el martes La información de Madrid. Entre otros futbolistas, sus críticas se dirigieron hacia Kosecki: "Es una decepción, porque pensábamos que podía dar mucho más de sí". El polaco contestó con dureza: "Esto no viene nada bien ahora. En la situación que nos encontramos no es bueno hablar mal de los jugadores. Es una falta de respeto".

Por si fuera poco, Sergé Maguy, el tercer extranjero de la plantilla, se destapó con unas declaraciones a la revista francesa Onze Mundial en las que criticaba el fútbol español. "Sólo saben jugar al patadón y dar patadas. Mi único objetivo es ganar un poco de dinero aquí antes de marcharme a Francia". Ayer, ya en Madrid, se ratificó en todo lo dicho. Su paso por el Atlético tiene las trazas de ser muy breve.

El ambiente se había enrarecido. Y D'Alessandro trató de atajar la situación. Ayer aprovechó la habitual reunión con la plantilla antes de cada entrenamiento para tratar de acabar con la sucesión de declaraciones inoportunas. "¿Qué pasa, que los intereses individuales están por encima de los del grupo?", dijo, "que cada uno vea y reflexione sobre lo que ha dicho". Con la bronca del técnico, el club confía que concluyan los incidentes verbales y apartará el asunto hasta el final de temporada. No obstante, el futuro en el Atlético de Luis García, Kosecki y Maguy se ha complicado. Ya existía en el club el convencimiento de que se debía cambiar la terna de foráneos, pero el pensamiento se ha reforzado en estos días.

Mientras tanto, un sector de la afición ha expresado su malestar por la situación del equipo a base de pintadas contra los jugadores. Ayer, las paredes de la puerta 8 del estadio Vicente Calderón, por la que acceden los futbolistas, amanecieron con una amenaza en toda regla: "Segundo y último aviso: estáis jugando con fuego. Jugadores mercenarios". La firma correspondía al Grupo Tres de Abril, una sección violenta del Frente Atlético.

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