Emigrantes en escena

Los emigrantes africanos que viven en Madrid conservan sus costumbres, sus ritos y sus danzas. Y lo demostrarán durante todo el mes en un ciclo que la sala Pradillo dedica a la música y danza de África. No son grupos que vivan de sus actuaciones. Son amas de casa, trabajadores de la construcción, vendedores ambulantes, estudiantes, incluso hay abogados o funcionarios a los que vivir lejos de sus pueblos no les hace renunciar a sus raíces.

Todos emigraron con esos bailes aprendidos y apenas necesitan ensayar. A Plácido Guimaraes, Pocho, guineano de 42 años y una de las personas que ha organizado el ciclo, le gustaría conseguir también que algunos de estos grupos se ganaran la vida con sus actuaciones. Este guineano de 42 años lleva justamente la mitad de su vida fuera de su país. En España vive desde el 78. Es licenciado en filología y arquitectura y, además de ser miembro del grupo de danzas fernandinas, se dedica a hacer tapices y grabados y fabrica las máscaras con las que ahora ejecuta los bailes que aprendió en Guinea a los nueve años. Para Pocho lo más importante es que las comunidades africanas que viven aquí no pierdan sus tradiciones. El grupo de Senegal, formado por antiguos componentes de un ballet al que abandonaron hace tres años en plena gira para instalarse en España, sobrevive de las venta ambulante en el metro y apenas hablan castellano.

El grupo de mujeres de Guinea Ecuatorial que ejecutan las danzas bubis está formado por amas de casa, asistentes sociales y empleadas de hogar que llevan de tres a quince años en España.

Entre los músicos del conjunto ndowe, de Guinea Ecuatorial, hay abogados que acompañan a las 12 danzarinas que se ganan la vida limpiando casas, como vendedoras, estudiantes o como enfermera. Antes de bailar se someten a una preparación secreta en la que sólo participan mujeres mayores. "Ahora, en las fiestas, también interpretamos estas danzas" contaba María Luisa Gardeña, presidenta de la asociación Endowe de Madrid.

Del sur de Marruecos es el grupo gnawui, dirigido por Said, que lleva tres años en España. La música que interpreta la aprendió de sus padres y abuelos y, ahora, es también un actor que de vez en cuando trabaja con el Centro Dramático Nacional.

Música y danza de África. Sala Pradillo (Pradillo, 12). A las 23.00. Día 15, danzas fernandinas y danzas fang (Guinea Ecuatorial). Día 16, gnawui (Marruecos). Días 23 y 30, danzas wolof (Senegal). Precio: 1.200 pesetas.