El genio de Ballesteros salva el día

Severiano Ballesteros, que el sábado cumple 37 años, se lo ha tomado con tranquilidad. Sin obsesión. Esa ligereza de equipaje se tradujo en un par de golpes geniales y salvó la primera jornada del Masters (Canal + lo transmite diariamente a las 23.45). El cántabro acabó con 70 golpes (dos por debajo del par), colocado en un pelotón de cabeza dominado por el norteamericano Larry Mize, con 68 (-4). José María Olazábal, que jugó emparejado con Mize, tuvo uno de esos días menos buenos. Terminó con positivos: 74 golpes (+2). El día estuvo marcado por los veteranos. La difícil colocación de las banderas en los greens y el viento cambiante condujeron a aquello de que la experiencia es un grado.Los comienzos de Ballesteros no presagiaban más que un pasotismo mal entendido. En el primer hoyo, la primera en la frente. Ganó bien la calle, pero en su segundo golpe se pasó. Se fue a la parte de atrás del green, a una posición fastidiada: un talud le separaba de la hierba finísima y de la bandera. Intentó salir del atolladero con una genialidad de las suyas -un golpe en el que apenas levantaba la bola para superar el muro y dejarla correr abajo hacia al hoyo- y se quedó corto. Al segundo intento, le salió la jugada. Un fácil putt y adentro. Su compañero de partida, el veterano Raymond Floyd, lo resumía a la americana: "Sevy es un tipo con suerte. O sea...".

Floyd, que también terminó con -2, hablaba del hoyo 4, el par tres más largo del recorrido. La dio mal de salida -una constante en todos los pares 3 ayer- y se fue fuera de calle, por detrás de unos búnkers protectores, a unos 20 metros de green. Y sonrió cuando se acercó a la bola. Agarró el sand-wedge (un palo especial para sacar las bolas de posiciones comprometidas) y le dio a la bola en la parte más baja, apenas sin rozarla. Pero como si la hubiera dado en un punto neurálgico: la bola se elevó y se elevó, como un cohete, y describió una parábola cerrada hasta caer mansamente, casi muerta, al lado de la bandera. Menos de un metro, y agujero. Después diría Ballesteros: "El juego corto no es un recurso, es una parte más del juego hasta que no se demuestre lo contrario". Lástima que con el putt no estuviera tan acertado. El -2 de ayer Podría haber sido perfectamente un -5. Pero tampoco hay que abusar. El cántabro, después, se comportó menos errático, más regular. Obedientemente cogía las calles y llegaba al green en los golpes indicados. Y luego, si la bola quedaba lejos del hoyo y había que tirar dos veces del juego raso, qué le vamos a hacer. Al menos cumplió con -1 en todos los pares 5, aunque se sumara al carro del 4 en la segunda parte de su recorrido, incluidos los dos pares 3.

Mala racha para Olazábal

Olazábal apenas tuvo esa oportunidad. Fue un día de nones para el de Hondarribia. "No he dado una a derechas con los hierros [los palos que se utilizan para los golpes aéreos cortos] y tampoco con el putt", dijo. "Por lo menos la jornada no ha sido desastrosa y sigo ahí". Tampoco es tan malo terminar la primera jornada a seis golpes del líder. Olazábal, además, tenía sus argumentos: "El viento [empezó a soplar fuerte y de manera desordenada -en cada hoyo llegaba de un lado, sobre todo en el Amen Corner- por la tarde, cuando el vasco inició su recorrido] nos ha perjudicado en la elección de los palos. Cogías uno y luego cambiaba. Ahí vino mi + 1 del 12. Y luego, la colocación de las banderas [la situación de los hoyos dentro de los greens se cambia díariamente] ha sido pésima".

Clasificación

1. Larry Mize (EE UU), 68 golpes (-4). 2. Fultom Allem (Suráfrica) y Tom Kite (EE UU), 69 (-3). 4. Tom Lehman (EEUU), Ray Floyel (EE UU), Ballesteros, Vijay Singh (Islas Fiji), Tom Watson (EE UU) y Greg Norman (Australia), 70 (-2).