Un anciano muere al tropezar con un montón de escombros
Un hombre de 80 años murió a las siete de la tarde del pasado martes al tropezar con unos escombros amontonados en la acera de la calle de la Concepción Jerónima, número 4, en el distrito Centro. El hombre, José C. M., cayó al suelo y se golpeó en la sien derecha. Un médico que en aquel momento pasaba por el lugar le atendió. El hombre murió poco después de que llegase la ambulancia, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid.A esta muerte accidental se suma la de otro anciano en la localidad de La Hiruela (15 habitantes). El fallecido, de 78 años y de nombre Clemente, fue hallado en su domicilio sobre un brasero, con el rostro y las manos calcinadas, según informa la agencia Efe.
El anciano, que durante años fue el encargado del único teléfono de la pequeña localidad, vivía solo. Su cadáver fue descubierto por un vecino.
Las primeras investigaciones apuntan que el hombre sufrió un ataque al corazón, a causa del cual cayó sobre el brasero. Allí quedó clavado su rostro.
Nada más conocerse el óbito, a la vivienda se desplazaron la Guardia Civil, un juez y un médico forense.
La fecha exacta de la muerte de Clemente se desconoce, aunque presumiblemente ocurrió varios días antes del descubrimiento de su cadáver.
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