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Entrevista:

"Todos nos hemos caído por un precipicio"

Pregunta. ¿Qué siente al estar en el ojo del huracán nada menos que de un pacto de Estado?Respuesta. Pues estoy muy tranquilo. Que en este país estemos un año sin renovar al defensor del pueblo, a los miembros del Consejo General del Poder Judicial, y que no se haga porque puede haya que llegar a un pacto sobre RTVE me parece tan desmesurado y tan irresponsable que me supera con mucho.

P. Pero usted ha sido reelegido de manera irregular, sin que haya sido renovado el Consejo de Administración.

R. De forma criticada sí, irregular no. El Consejo está en funciones desde junio, y no se sabe cuándo se resolverá esa situación. Entonces, ¿hasta cuándo puede estar un director general en funciones? ¿Un año, dos? No tiene ni pies ni cabeza.

P. ¿Usted cree que el director general debería ser nombrado por el Parlamento?

R. En Europa lo elige el Gobierno. La radiotelevisión pública tiene una función de Estado y, por tanto, es razonable que tenga relación con el Gobierno.

P. ¿Cuánta relación?

R. Ha habido momentos durante mi mandato en los que ha sido muy directa, y RTVE ha actuado de forma muy determinada.

P. ¿En momentos de campaña electoral?

R. No, no, para nada. Me refiero a la guerra del Golfo u otras crisis internacionales.

P. ¿Quién es su interlocutor en el Gobierno?

R. Depende de los temas. Realmente no hay una tutela, porque, desgraciadamente, algunas veces el director general tiene una absoluta independencia del Gobierno. Digo desgraciadamente porque, con una relación de sometimiento, no existirían algunos de los problemas que sufrimos en esta casa.

P. ¿Lamenta esa independencia porque el Gobierno no subvenciona a RTVE tanto como usted querría?

R. Sí, sin duda. Cualquier órgano de la Administración tiene una relación directa con un ministerio. Ahí encuentra la solución para muchos de sus problemas.

P. ¿Se ha sentido alguna vez abandonado por el Gobierno?

R. He tenido una etapa muy mala. Ya digo que la independencia se paga. Aún tenemos pendiente el definir el modelo de la televisión pública y sobre todo el asumir la realidad: que en España había un monopolio que permitió, equivocadamente, la autofinanciación en los primeros años del Gobierno socialista. Luego se rompió ese monopolio y no ha habido un crecimiento de la inversión publicitaria. Eso ha llevado a RTVE a una situación financiera realmente penosa. Es un hecho singular en Europa. El Estado alemán invierte 650.000 millones en la radio televisión pública; Francia, 310.000; Italia, 200.000. En España, 26.000 millones.

P. ¿Pero usted ha tratado de convencerles o es que no lo han entendido?

R. He explicado la situación y, a veces, incluso me he sentido hasta examinado por algún área del poder en la que al final del debate se me decía: "Tienes toda la razón, pero ni un duro".

P. ¿Se refiere a Solchaga?

R. Evidentemente. Es incomprensible. No se ha querido asumir la realidad.

P. Es decir, que parece que el Gobierno ha dejado morir a RTVE.

R. El Gobierno trata de resolver un problema jurídico como cambiar el estatuto y, al amparo de esa modificación, resolver los problemas de financiación. Como eso se demora, cada vez tenemos más problemas.

P. Usted pide que se defina el modelo de TVE. ¿Cuál es el suyo?

R. Un país democrático necesita contrapoderes en los medios de comunicación. Frente al monopolio público, que era una perversión en sí mismo, no hay otra cosa más perversa que el monopolio de los privados. Creo en un modelo mixto de televisión pública y privada.

P. ¿Coincide su proyecto con el del Gobierno?

R. Se tiene que despejar el tema de la financiación pública. Si, como espero, llegamos en breve a un acuerdo, modificaríamos aún más nuestra programación. En abril habrá más programas culturales, educativos, documentales, de debate. Nos estamos singularizando cada vez más. Pero, mientras tengamos que hacer las televisiones educativas, los programas religiosos y las campañas electorales, necesitaremos programas comerciales para pagarlos. Sabemos qué televisión tenemos que hacer, pero se necesitan unas contrapartidas presupuestarias. ¿Hay alguien que pueda pensar que Coca-Cola financie la santa misa?. No puede ser que Coca-Cola y El Corte Inglés paguen los servicios del Estado.

P. ¿La oposición también está de acuerdo con su modelo?

R. Sí, aunque luego tenga que decir otra cosa porque suene bien a determinados intereses.

P. ¿Y esa televisión subvencionada implica competir, en igualdad con las privadas, por el mercado publicitario?

R. Yo sería el hombre más feliz del mundo llevando una televisión sin publicidad, pero no es posible. En cualquier caso, estamos estudiando fórmulas que pueden ser admitidas por las privadas.

P. ¿Qué fórmulas?

R. Puede haber algún tipo de limitación. Pero antes habría que arreglar las cosas. Ahora hay anuncios en televisión cuyo precio está por debajo de las cuñas radiofónicas. Ha habido un desvarío impresionante. TVE es en estos momentos un 25% más cara que el resto, cuando la tendencia es rebajar precios hasta un 95%.

P. Las privadas acusan a RTVE de competencia desleal. Una televisión con ayuda estatal puede permitirse el lujo de contratar a quien quiera.

R. Eso no es así. Cuando TVE era un monopolio, marcaba los precios. Con la llegada de las autonómicas y privadas, en un momento dado, con el cambio accionarial de una empresa, este país llegó a un desvarío total.

P. ¿Se refiere a la entrada de Mario Conde en Antena 3?

R. Eso cambió el mercado, desde luego. Ha habido una locura global y, unos por otros, hemos llegado a un precipicio, nos hemos caído y ahora estamos llenos de heridas y arañazos.

P. ¿Cuánto debe RTVE?

R. 190.000 millones.

P. El PP habla de 350.000.

R. No voy a discutir. Yo tampoco discuto las cifras del PP. Los datos se verifican, no se especula sobre ellos. Para que la televisión pública sea rentable, habría que eliminar ciertos servicios. Por ejemplo, si ahora dicen que mañana eliminamos los centros territoriales, pues muy bien; tendríamos un problema laboral y un ahorro de 20.000 millones. ¿Desaparece RNE? Se ahorran otros 26.000 millones. Con más parados. ¿Cerramos la orquesta? 2.000 millones menos. ¿Se clausuran los canales internacionales?. Ahorramos otros 12.000... Hay otra cuestión: yo mañana puedo bajar las tarifas publicitarias un 25%. Pero si lo hago me cargo el mercado. No hacerlo ha provocado que en los últimos cuatro meses hayamos dejado de ingresar 15.000 millones. ¿Conviene poner en situación de quiebra a todas las televisiones? Soy responsable y me trago el marrón. Esa es la realidad.

P. Le han atacado desde muchos frentes y en alguno se las han hecho pasar moradas. Pero nunca le han cogido metiendo mano en el cajón del dinero público.

R. Pues no. Si algún patrimonio puedo dejar a mis hijos es mi honradez. Es por lo único que no estoy dispuesto a aguantar ninguna impertinencia. Ni una broma.

P. Sin embargo, El Partido Popular se querelló contra usted por malversación de fondos y prevaricación. Han pedido reiteradamente su dimisión y le ha acusado de favorecer los intereses del Gobierno.

R. Hay una cierta desmesura en la oposición. Lo comprendo, pero no lo comparto. Cuando el PP presentó una querella política, porque fue política, contra mí, hubo importantes miembros del PP que, a título personal, llamaron para mostrar su contrariedad.

P. Usted insinuó en el Parlamento que algunos partidos le habían pedido favores a cambio de no hostigarle.

R. En el momento que se presentó la querella se intentó hacer una transacción a la que yo me negué y que por pudor ni comento.

P. ¿Como el intento por parte de algún partido por hacerse con el control de los informativos?

R. Como muchas cosas. Eran muchas cosas. De orden organizativo y personal, pero no acepté. La verdad es que si hubiera aceptado, al menos así se dijo, no hubieran presentado la querella contra mí.

P. ¿Tiene carné del PSOE?

R. No. Tengo carné de identidad, de periodista, de abogado y del Vila-Real Club de Fútbol.

P. ¿Recuerda quiénes fueron a su primera toma de posesión?

R. Creo que estaban los ministros Virgilio Zapatero, Enrique Mújica, Rosa Conde y Jorge Semprún. También estaba el defensor del pueblo, Álvaro Gil-Robles, y algunos secretarios de Estado.

P. De aquella foto es usted el único superviviente.

R. Eso se arreglará con el tiempo.

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