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SEGUNDA A

El Madrid B se exhibe ante el Palamós

El Real Madrid B aprovechó la endeblez del Palamós para obtener una victoria fácil. Además, lo consiguió con un marcador abultado, brillante, lo más adecuado para borrar lagunas de juego, errores y titubeos. A pesar de los cuatro goles y del cómodo dominio ejercido por el equipo blanco, el encuentro adoleció de la calidad necesaria para dibujar un partido interesante más allá del marcador.

El primer gol fue el mejor ejemplo. Nació el partido con un corte extraño en el que el Palamós apuntaba mejores condiciones. Bien situado sobre el césped de la Çiudad Deportiva y con una defensa zonal y en línea, el equipo catalán parecía dispuesto a evitar las sorpresas en frío. Tan sólo le faltaba la definición ofensiva, algo que se adivinaba que podía recuperar con el transcurso de los minutos.

4 Real Madrid B: Contreras; Velasco, Marcos, Edu, Antía; Santamaría, Gerardo, Jovicevic, Luiz Fernando (Toril, mo

79); Víctor (Sandro, m. 75) y Dani.

O Palamós: Conde; Belenduer(Alex, m

46), Rodi, Lima, Víctor Segura; Puche 1, Jordi, Horcajada, Fránk; Roberto Martínez y Vílchez (Guillermo, m. 63).

Goles: 1-0

M.13. Víctor recoge un balón rebotado y supera a Conde.

2-0

M. 45. Víctor centra a Dani, que regatea al portero y marca.

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3-0

M. 54. Jovicevic, de falta directa.

4-0

M. 57. Dani remata a la salida de un córner. Arbitro: Velázquez Carrillo. Enseñó-cartulinas amarillas a Antia, Jovicevic, Victor Segura, alberto Martínez y Alex. Expulsó por doble amonestación a Jordi (mo. 85).

La tranquilidad del Palamós contrastaba, sin embargo, con las aceleradas acciones de los madridistas, donde Luiz Fernando volvía a disfrutar de la titularidad con un puesto en el centro del campo, escorado y escondido en la banda izquierda. Pero tuvo la fortuna de que Víctor se encontrara con un balón rebotado que superó y sorprendió a la línea defensiva catalana. Un buen gesto técnico le bastó al delantero blanco para esquivar a Conde y llevar el balón al fondo de la red.

El gol produjo un efecto balsámico en los jugadores blancos, que aprovecharon la falta de reacción del Palamós para variar las lineas iniciales del encuentro. Con el rival medio noqueado, el Real Madrid encadenó un carrusel de oportunidades que acabó con la goleada.

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