Ocho millones de niños europeos se lesionan cada año en accidentes caseros

No hay escenario más peligroso para un niño que su propio hogar y sus alrededores. Quemaduras, ingestión de productos tóxicos, caídas y radiaciones eléctricas son algunas de las insidias que lo acechan en la selva doméstica. Ocho millones de niños europeos se lesionan cada año en accidentes caseros. El Ministerio de Sanidad presentó ayer una guía para que el niño, como una asignatura más, reconozca el peligro.

Un niño cavernícola llamado Sirex que emerge desde el paleolítico al tan fascinante como peligroso mundo de los electrodomésticos, o el relato de un enviado de los elfos buenos para alertar contra las tentaciones de malos duendes inspiradores de las acciones peligrosas de los niños. Son algunos de los instrumentos de una cartera didáctica que incluye fichas, cuestionarios, tebeos, videos y guiones de teatro elaborada por el Instituto Nacional de Consumo -dependiente del Ministerio de Sanidad- para que los colegios enseñen a sus escolares a discernir el peligro. Con esta guía se espera disminuir los percances que actualmente son la principal causa de mortalidad e invalidez infantil en los países de la Unión Europea.Los datos emergieron en una serie de estudios realizados en 1987 por la Comisión de la UE. Resultó que los accidentes mortales son dos o tres veces más frecuentes en los niños hasta 14 años de edad, que en la población en su conjunto. Entre los 20 millones de niños heridos anualmente, 10.000 mueren a consecuencia de las lesiones y otros 30.000 quedan inválidos. España, con una tasa de mortalidad del 9,81 por 100.000 en este capítulo, se situaba en el primer puesto, seguida de Francia, en esta lúgubre estadística.

Alarma europea

Estos índices alarmantes y sus repercusiones económicas y sociales han estimulado a las instancias comunitarias a profundizar en esta investigación que, en España, se ha actualizado con un estudio de próxima aparición. Además, se consideró necesario promocionar estrategias de sensibilización y prevención dentro del Sistema de Vigilancia de los Accidentes en los Ámbitos Doméstico y de Ocio para lograr una disminución de estos siniestros de al menos un 20%.La mitad de los accidentes infantiles corresponde a niños de hasta cuatro años de edad y se registra principalmente durante el juego. Todo apunta a que el hogar es el lugar más peligroso para estas edades, así como para las comprendidas entre los cinco y nueve años.

La cocina, el cuarto de baño y la sala de estar constituyen las zonas de máximo riesgo, especialmente para las lesiones por quemaduras, envenenamiento y radiaciones eléctricas.

Las escaleras y los patios cerca de la casa se convierten en los principales escenarios de los accidentes sufridos por los niños de diez a 14 años. En este sector, priman las lesiones y heridas por caída, choque, golpes y cortes.

Según las conclusiones del estudio presentado ayer, la escenificación teatral y la enseñanza oral son los elementos que se han mostrado más efectivos para que los niños aprendan la peligrosidad de los objetos y de los juegos.