Honda anuncia que se retirará de Rover tras la entrada del grupo alemán BMW

La multinacional japonesa Honda no cooperará con el fabricante de coches alemán BMW en la reestructuración de Rover. La empresa nipona anunció ayer en Tokio su intención de vender el 20% que posee en el grupo británico y desarrollar solo y directamente sus actividades en Europa al igual que sus competidores Toyota y Nissan. El anuncio lo efectuó el presidente de Honda Motors, Nobuhiko Kawamoto, al término de una reunión de hora y media de duración con el presidente de BMW AG, Bernd Pischetsrieder.Kawamoto explicó que la salida de Honda se debe al cambio del accionista mayoritario en Rover, tras comprar BMW el 80% del grupo automovilístico británico el mes pasado. Este paquete estaba en posesión de Rolls Royce.

Los numerosos e importantes acuerdos técnicos y comerciales entre Honda y Rover, que cooperan desde el año 1979, serán revisados más adelante.

Desde 1990, Honda poseía el 20% de Rover y el grupo británico un 20% de la fábrica británica que los japoneses tenían en Swindon. "Hasta hoy, nuestra estrategia europea incluía la colaboración con Rover. En el futuro, desarrollaremos nuestras operaciones en Europa de manera independiente, utilizando nuestros propios recursos", añadió el presidente de Honda.

Todavía queda por conocerse el impacto que puede tener sobre la empresa Rover el divorcio con la firma japonesa, con la que tiene acuerdos de venta y compra de componentes y transferencias de tecnología y de producción por valor de cientos de millones de libras esterlinas.

La producción toca fondo

Mientras tanto, las expectativas de recuperación del mercado de automóviles japonés mejoran. El presidente de Mazda, Yoshihiro Wada, manifestó ayer en Tokio que "el declive de tres años en la producción de automóviles en Japón se encuentra a punto de tocar fondo".

Durante el ejercicio de 1992, los consorcios del automóvil nipones produjeron 11 millones de vehículos, frente a los 13,5 millones del año 1990, ejercicio en el que llegó al nivel más alto. El año pasado, la demanda japonesa fue de 6,5 millones, frente a los 7,8 millones de 1990. Las exportaciones, por su parte, bajaron por octavo ejercicio consecutivo.

Wada comentó que si la demanda permanece en el nivel actual, pronto existirá un exceso de producción, aunque agregó que incluso en este caso no será mucho más grave que en Europa o Estados Unidos.

El empresario manifestó que, además de los esfuerzos de reestructuración de la industria automovilística nipona para sobrevivir a la crisis que atraviesa el sector, es necesario incrementar la "cooperación competitiva" con fabricantes de otros paíse?. Citó el ejemplo del contrato que existe entre Mazda y Ford. La empresa estadounidense adquirió el 24,5% de las acciones del fabricante nipón.