Solchaga considera que "ha habido sectarismo en la ejecutiva del PSOE"

El presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Carlos Solchaga, considera que "ha habido sectarismo en la ejecutiva del PSOE" y que la renovación del partido "consiste en que sus órganos de dirección no sean utilizados de manera sectaria". Solchaga afirmo ayer, durante una reunión con un grupo de mujeres periodistas, que el PSOE "ha estado dividido, de una manera larvada, desde principios de 1990, fecha en que estalla el escándalo de Juan Guerra", situación que quedará zanjada en el próximo congreso, "donde el partido saldrá fortalecido".Solchaga concede una enorme importancia al próximo congreso federal del partido -"el de mayor trascendencia desde el 280 congreso, en el que abandonamos el marxismo"- y piensa que "desaparecerá el actual reparto de papeles" entre Felipe González y Alfonso Guerra.

Hasta el momento, agregó, "desde el punto de vista del poder, Felipe ha sido el estratega de la política, mientras Guerra y el aparato llevaban la disciplina". Pero ahora, dijo, "Felipe tiene que escoger, para b len y para mal, un equipo compacto y colectivo que le haga esa tarea, una dirección colegiada".

"Oyente" en la ejecutiva

Solchaga negó su interés por "tener Í más poder" en la nueva ejecutiva federal y recalcó que en la actual hace "de oyente, con voz, pero sin voto", en su calidad de presidente del grupo parlamentario. Respecto al papel de Alfonso Guerra en la futura dirección, aseveró: "Creo que Guerra estará en la nueva ejecutiva, y yo deseo que esté, aunque, prevlsiblemente, con un peso político menor". En su opinión, el congreso de marzo "no es, en absoluto, el de la sucesión de Felipe".

Solchaga declinó encuadrarse en un sector concreto de la renovación dentro del PSOE, y añadió: "Me cuesta encontrar entre algunos renovadores una mentalidad de Estado, en un partido que no puede perder fuerza como consecuencia de la centrifugación del poder. En esta materia tengo diferencias con algunos de ellos". Para el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, el guerrismo "no es una ideología, es una manera de actuar".

Solchaga admitió errores del PSOE en estos años de poder, como "alejamiento de la sensibilidad de la calle, ataques de prepotencia y arrogancia".

También reconoció que "ante ciertos comportamientos irregulares se ha reaccionado tarde y mal", si bien lamentó que muchas veces "quienes denunciaban esos hechos no tenían interés por sanear la vida pública, sino en atacar al PSOE".

Solchaga esbozó críticas a "alguna prensa escandalosa que, en lugar de contribuir a la transparencia, fomentaba la impresión de que dábamos cobertura a comportamientos escandalosos impropios de socialistas". Esta prensa es, a su juicio, "como el callejón del gato, un sitio donde estaban todos los espejos deformantes; refleja lo que hay, pero un poco deformado".