_
_
_
_
_

Aznar dice que los sindicatos no habrían hecho la huelga a un Gobierno del PP

El presidente del Partido Popular, José María Aznar, declaró ayer que cree que los sindicatos no habrían hecho una huelga general a seis meses de las elecciones a un Gobierno presidido por él. En una entrevista concedida a Onda Cero, Aznar aseguró que, tras la protesta sindical de la semana pasada, espera convencer a los españoles de que lo mejor es "la alternativa completa de Gobierno" que él representa.

Aznar subrayó que el Gobierno de Felipe González es "víctima de sus engaños", que le causan "una gran falta de credibilidad ante los españoles". "Así", dijo, "no se puede sacar este país adelante". Para el líder de los populares, buena parte de los problemas de España pasan "por que se produzca ese cambio político", pero, precisó, "cuando se pueda producir". "Mientras tanto", agregó, "hay que procurar que el país no se deteriore".Insistió Aznar en la necesidad de analizar, discutir y debatir la situación "donde hay que establecer las soluciones políticas del país, que es en el Congreso de los Diputados". Por este motivo, explicó, los populares han reclamado la celebración del debate sobre el estado de la nación en febrero y se oponen a retrasarlo hasta pasado el congreso del PSOE de marzo. "Si no se hace ahora, en esta situación de crisis tan grave, ¿cuándo se va a hacer?", se preguntó.

El presidente del PP mantuvo su apoyo a las medidas de reforma laboral promovidas por el Gobierno, pero a cierta distancia y sin renunciar a reproches concretos. Defendió, por ejemplo, los contratos de aprendizaje porque, puntualizó, "es preferible un contrato barato a que [un joven] no tenga empleo".

Sin embargo, criticó la regulación del contrato de aprendizaje. "Me parece absolutamente equivocado", dijo, "que pueda definirse como aprendiz a una persona de 28 años". Las alternativas serían los contratos de inserción laboral para jóvenes que hayan fracasado en los estudios o la formación profesional.

Aznar acusó al Ejecutivo de González de reducir la capacidad adquisitiva de los pensionistas, sostuvo que el sistema público de previsión puede llegar a ser financieramente inviable si la situación económica empeora y pidió una comisión parlamentaria de control del proceso de reflotación de Banesto, que va a costar 14.000 pesetas a cada familia española, según manifestó.

Finalmente, Aznar propuso una reflexión sobre el papel de los nacionalistas. "Si llega a generalizarse una política en virtud de la cual lo único que interesa a un territorio determinado de una comunidad determinada es su propio interés", expuso, "en ese momento hacemos imposible España".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"No acosamos a CiU"

Por su parte, Rodrigo Rato, el portavoz del grupo popular en el Congreso, negó ayer en Madrid que el PP mantenga una política de acoso a Convergència i Unió (CiU). Durante un almuerzo en el Club Siglo XXI y al contestar a una pregunta sobre los reproches que su homólogo de CiU, Miquel Roca, hace a las posiciones del PP, Rato dijo: "Hemos votado con ellos en planteamientos que compartimos. Lo que ocurre es que no se puede estar al mismo tiempo en dos sitios. Quien votó la investidura y votó los presupuestos generales tiene que asumir la crítica a estás actuaciones". Rato concluyó que "lo que sí que puede ser un acoso para los ciudadanos que han votado a CiU es lo que defiende su grupo en el Parlamento".

En otro momento del coloquio, al que asistió Aznar, y respondiendo a preguntas de informadores y socios del club, Rato declaró que su partido mantendrá la exigencia de clarificación en tomo a los acontecimientos de Banesto. A la vez, defendió las actuaciones del portavoz del PP en el área económica, Cristóbal Montoro, porque "un partido que tiene el respaldo de 8.300.000 españoles debe comportarse con sentido de la prudencia y, en este campo, contribuir a la estabilidad del sistema financiero y no tan sólo buscar titulares".

Rato abundó en los que, a su modo de ver, son los grandes fracasos del presidente del Gobierno, Felipe González: no haber logrado el pacto social -"bien al contrario, acaba de sufrir una huelga general política", dijo- y no haber conseguido un pacto estable de Gobierno pese que ambos retos los asumió al iniciar su nuevo mandato.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_