Piscinas cerradas

Con referencia a la carta publicada con fecha 5 de enero de 1994 firmada por Santos García Callejo, con el título Más piscinas, desearía realizar las siguientes puntualizaciones con el fin de contestar esta amable carta que me ofrece la oportunidad de informar directamente a los usuarios de nuestros servicios.Hemos justificado el cierre de algunas piscinas climatizadas durante las fiestas y fines de semana con el hecho de que existe una demanda muy baja de estas instalaciones durante esos días, y la racionalización es una de las medidas básicas de cualquier gestión.

Usted nos indica, no sin cierta lógica, que esta baja demanda viene producida porque los bonos de 20 baños no sirven para los fines de semana, con el consecuente aumento de precio y disminución de usuarios, pero los factores que determinan el cambio de costumbre social son variados, y los estudios de demanda no se refieren, como es obvio, a este último año -el primero en el que se ha limitado el uso de los bonos-, sino a casi todos los años en los que existe este servicio y en los que los bonos sí servían durante las fiestas y fines de semana.

No obstante, hemos anunciado que la medida de cierre de algunas piscinas tiene carácter provisional, como todo lo que hacemos, ya que nuestro objetivo es ofrecer el mejor servicio deportivo posible al madrileño, atendiendo las necesidades y demandas que en cada momento nos comunique.

Hasta tal punto esto es cierto, que aprovecho para anunciar que durante 1994 los bonos de 20 baños vuelven a poder ser utilizados las fiestas y fines de semana, demostrándose nuestro interés por favorecer siempre la premisa enunciada anteriormente de atender a los madrileños como exigen y se merecen.-director gerente del Instituto Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Madrid.

Las explicaciones que da el gestor del Instituto de Deportes del Ayuntamiento, Guillermo J. Jiménez, en Cartas al director de su periódico, justificando el cierre basándose en las ideas de cambio de costumbres de los madrileños y amortizar el coste de las instalaciones, son insostenibles argumentalmente, insuficientes e injustificables desde una perspectiva educativa, preventiva y política, bajo la responsabilidad del Ayuntamiento de fomentar el deporte y el uso del ocio adecuadamente. La gratuidad de este servicio sigue siendo, para muchos usuarios, cuestionada a pesar de que el pleno del Ayuntamiento decida cobrar, es decir, dificultar, además sin ninguna calidad a cambio, el servicio los fines de semana.

Ruego desde aquí a los gesto res de los institutos de deportes que tengan en cuenta las necesidades reales de los usuarios. Ejemplo: los horarios en las salas de musculación son de una hora, cuando cualquier deportista sabe que es tiempo insuficiente para de sarrollar una tabla de gimnasia (sean ustedes menos gestores y más educadores físicos). El gasto en las instalaciones ya está hecho y la única manera razonable de amortizarlas es usarlas bien. Cambiarían mucho las costumbres de los madrileños si supieran que pueden disfrutar de su ocio bañándose o haciendo deporte gratuitamente en su barrio, al menos los fines de semana.- Javier C. Pindado y 15 firmas más. Madrid.