Arcarons no pudo al final con Orioli

Al final, apenas 73 segundos privaron a Jordi Arcarons (Cagiva) de convertirse en el primer vencedor español en motos del rally París- Dakar-París. Ayer se impuso en la última prueba cronometrada de la carrera, que terminará oficialmente hoy en Eurodisney, en los alrededores de la capital francesa, pero no pudo evitar ser derrotado por el italiano Edi Orioli (Cagiva), que logra de esta manera su tercer triunfo en esta prueba. En coches, el francés Pierre Lartigue (Citroën) confirmó una victoria cantada.Arcarons sucumbió, pero no sin luchar. Aunque sólo ha conseguido que su desventaja respecto al líder sea la más pequeña en la historia de esta competición, el piloto de Vic (Barcelona) ha hecho una carrera casi perfecta. Sin embargo, ese casi le ha derrotado. Dos mínimos errores le han costado un éxito al que se hizo acreedor. Incluso Orioli se lo reconoció: "Quizá este año no me tocaba ganar a mí".

La etapa decisiva

La jornada de ayer tuvo a estos dos hombres como los únicos protagonistas, puesto que el triunfo de Lartigue en coches estaba claramente perfilado -nadie reparó en la victoria en la etapa del también galo Hubert Auriol (Citroën)- y el recorrido de hoy es un mero trámite protocolario. Hubo tensión sobre todo porque Orioli no las tenía todas consigo. Sabía que en aquel terreno su rival era más rápido y que un fallo o una avería podían destruir sus 15 días de trabajo, sus más de 13.000 kilómetros de esfuerzos.

Arcarons sólo tenía una opción: ir tan rápido como pudiera y, después, aguardar. Como vencedor de la etapa anterior, él fue el primero en lanzarse al recorrido. Eran las nueve de la mañana y en tres cuartos de hora el rally iba a quedar decidido.

La espera fue profunda. En el entorno de Arcarons, el corazón contradecía al cerebro, que decía que la misión era imposible. La Cagiva con el número 93 del español apareció a las 9.41 horas. El cronómetro se detuvo en 4lin 42s. Había cumplido la primera parte de la hazaña, la que estaba en sus manos.

La segunda, la más dificil, no llegó a producirse. Necesitaba que Orioli invirtiera 1m 48s más que él en recorrer los 43 kilómetros de la prueba; es decir, un segundo más que su renta antes de la última oportunidad.

El italiano había salido un minuto más tarde que el catalán. Por tanto, para que el sueño de éste se hiciera realidad tenía que llegar casi tres minutos después que él. No obstante, Orioli surgió con sólo un minuto y medio de retraso.

Arcarons, que esperaba el veredicto del cronómetro, se dio cuenta rápidamente de que no había logrado su objetivo. Aun así, cuando se quitó el casco para felicitar a su rival, la tranquilidad iluminó su rostro. Se había acabado. "No estoy decepcionado", explicó, aunque sus ojos tristes demostraban lo contrario; "sólo puede ganar uno. Yo lo he intentado, pero Orioli me ha vencido. Esta vez él ha sido mejor".

"No se puede hablar de una clave, de un momento decisivo", continuó Arcarons; "yo perdí tiempo en dos etapas importantes, pero seguro que Orioli también puede decir lo mismo. Lo que cuenta es la suma final y, personalmente, estoy satisfecho. Llegar a París es importante".

Quizá sea ese buen carácter, ese exceso de conformismo, lo que ha derrotado a Arcarons, a quien todos consideran extraordinario. Sin embargo, le falta el espíritu asesino de los grandes campeones. Orioli lo explicó a su manera: "Jordi es muy bueno pero hay momentos en que le falla la concentración".

En cualquier caso, Arcarons ha conseguido su mejor resultado en siete participaciones e igualado lo que antes había obtenido Carlos Mas. Al mismo tiempo, sus cuatro victorias de etapa le colocan con 16 en los primeros lugares del rally. A su vez, Orioli, con su tercer triunfo, es ya el segundo mejor motociclista en su historial. Sólo le supera el francés Cyril Neveu, ganador en cinco ocasiones.