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Entrevista:

"La Meca del teatro no es Madrid"

El teatro la arrancó de otras tareas sin que ella lo hubiera, ni mucho menos, planeado. Un buen día la atrajo hacia sí y, sin ofrecer la menor resistencia, Pilar Molinero cayó en sus brazos para siempre. No era un antojo de veinteañera. La prueba es que, hasta hoy, esta zaragozana de 32 años no ha podido apartarse de la galería. Tanto esfuerzo invertido, con el saldo positivo de 20 montajes sin dejar de trabajar, se cobra como impuesto el nomadismo. Un estado de tránsito donde el actor pierde el domicilio fijo para vivir en mil lugares a la vez, tantos como escenarios. Desde ayer y hasta el próximo día 27, se podrá ver a Pilar Molinero, como a toda la compañía Teatro del Alba, sobre el escenario del Teatro Cervantes de Alcalá de Henares, donde, representan la obra Yerma, de Federico García Lorca.Pregunta. ¿Una actriz renuncia a la especialización para ser más completa o por temor al paro?

Respuesta. En mi caso, para ser más completa. Haces de todo, pero es inevitable dominar más unos géneros que otros. Yo no me veo tan bien haciendo cabaré. Por mi timidez, me resultan más fáciles los papeles donde tengo que interiorizar.

P. Fueron Yerma Margarita Xirgú, Aurora Bautista o Nuria Espert, por citar a tres mujeres carismáticas.

R. Siempre grandes actrices difundiendo los mensajes escritos por un hombre, Lorca. En su momento, tanto el montaje de la Xirgú en 1935 como el trabajo de Nuria Espert antes de morir Franco fueron muy polémicos por cuestiones políticas.

P. ¿Donde está ahora la -vigencia de Yerma?

R. En la insatisfacción, en el querer seguir adelante y no po der. Yerma es un poco lo que a todos nos falta. Es el anhelo común, no sólo de las mujeres, porque no olvidemos que detrás de su voz está el pensamiento de un hombre.

P. Cuando vienen a Madrid, ¿invierten en teatro el tiempo que les queda libre?

R. Naturalmente, incluso si la compañía se encuentra en Zaragoza nos desplazamos hasta Madrid o Barcelona para ver cosas concretas.

P. ¿Sienten envidia cuando contemplan montajes de altísimo presupuesto a cargo de compañías nacionales?.

R. Envidia no, indignación. Duele ver a gente como Miguel Narros, un hombre que ha bregado tanto en el teatro independiente, totalmente apoltronado bajo una lluvia de millones. El teatro no necesita tanto dinero. Se hace con amor, con imaginación y mucha poesía. No hace falta que la escenografía sea espectacular, lo importante es decir bien el texto. Nuestra máxima aspiración no es el dinero.

P. ¿Quizá una sede estable aquí en Madrid?

R. O en Zaragoza, ¿por qué no? Aquí la oferta teatral no es tan buena, y es increíble lo mucho que cuesta arrancar una obra de teatro, mover al público para que acuda. Son dos o tres meses de rodaje, un lujo que nosotros no nos podemos permitir. Madrid no es ninguna Meca para el teatro.

P. ¿Culpamos a la crisis una vez más?

R. Como gran capital, Madrid refleja el esplendor de los buenos tiempos, pero también le afectan más los malos.

P. En su itinerancia, ¿ha vivido aquí durante ciertas temporadas?

R. Sí, han sido cortas, pero suficientes para conocer bien la ciudad, y siempre me ha gustado muchísimo, pero la diferencia es brutal. Madrid ya, no es lo que era. Es una pena que no se pueda pasear como antes, porque ésta siempre ha sido una ciudad donde no podías dejar de andar. No se por qué será, pero igual que muchos madrileños prefieren vivir fuera, los que andamos de paso comprobamos que se nos han quitado las ganas de salir.

Yerma. Teatro Cervantes, de Alealá de Henares: del 13 al 27 de enero.

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