La Barbería del Sur reivindica Madrid como la nueva cuna flamenca
El grupo actúa hoy en Aqualung
Pepe Luis Carmona, David Amaya, El Negri y Paquete, los cuatro componentes de La Barbería del Sur, llevan dentro el puro flamenco mestizo. La sangre flamenca corre por las venas de estos madrileños que hoy presentan en la sala Aqualung su nuevo disco, Historias de un deseo, donde abundan en el llamado nuevo flamenco, una variedad del viejo cante que tiene en Madrid su cuna y principal punto de arranque. "Lo que hacemos no es nuevo, el flamenco siempre se ha fusionado con otras músicas", dicen los artistas antes de añadir: "Para mamar flamenco hay que venir a Madrid".
Nacidos en pleno corazón del Madrid castizo -entre Cascorro, el Rastro, Lavapiés y la plaza de Santa Ana-, los cuatro miembros de La Barbería proceden de familias de raigambre flamenca pura, aunque ellos practiquen un flamenco fusionado con otras corrientes musicales."Somos madrileños castizos", afirma El Negri, de la familia de los Montoya y una de las voces del grupo; "somos flamencos, la música que hacemos no es nueva, el flamenco es un género que siempre se ha fusionado con otras músicas; Mairena o El Caracol ya lo hicieron con orquesta de cuerda o Las Grecas, Los Chorbos, Manzanita, etcétera, con el rock o el pop", continúa.
Miembros de una generación nacida con el rock -ninguno de ellos sobrepasa los 26 años- forjaron sus gustos musicales entre lo que oían en casa y fuera de ella: "Vivir en esta ciudad es un privilegio, pues puedes oír de todo", dice Paquete, guitarra flamenca del grupo, nieto de Porrinas de Badajoz e hijo de Ramón el Portugués, "y sobre todo, el mejor flamenco del mundo", afirma con la seguridad que le da haberse pateado los escenarios de España y del mundo acompañando a su padre con la guitarra, lo que le hace afirmar: "Hay que venir a Madrid para mamar flamenco".
Como la ONU
La mezcla de culturas que en Madrid se produce influye decisivamente en la música de La Barbería: "Como los antiguos barberos, nosotros hacemos de todo, siempre que tenga calidad. Escuchamos todo tipo de músicas porque además es bueno para el oído", comenta El Negri, a lo que Paquete añade: "Madrid es como la ONU, que puedes ver a un chino, a un negro o... a un verde".
"Te encuentras todo tipo de gente, de todos los lados y con rollos diferentes. Se puede ver un concierto heayy, uno de jazz o uno salsero. Y todo eso ha influido en nuestra música".
Estos músicos quieren dar a su grupo proyección internacional, al tiempo que sirva como plataforma de otros proyectos musicales o de mecenazgo de nuevos valores del flamenco.
"Lo del Sur se lo pusimos para que supieran que veníamos de España, pero La Barbería es algo más. Queremos potenciar la cantera del flamenco y ayudar a los que empiezan y que lo tienen más duro, porque esta música es muy difícil de difundir", afirma Pepe Luis Carmona, la otra voz del grupo, perteneciente a la familia de los Habichuela.
La Barbería se completa con David Amaya, hijo de la bailaora La Tati y que toca la guitarra eléctrica. Los cuatro miembros del grupo están impacientes por tocar en una sala grande como es Aqualung.
La Barbería está acostumbrada -ya sea como grupo o cada miembro por separado- ante audiencias reducidas y en salas más tradicionales, por ello el reto es doble.
En su actuación de hoy, el grupo flamenco tiene previsto repasar íntegramente las canciones del álbum Historia de un deseo, mezclándolas con otras anteriores y las nuevas que irán en su próximo disco.
Sus ocupaciones paralelas a la música no les han impedido esta vez preparar el recital y prometer sorpresas. Conscientes de lo que se juegan, afirman casi al unísono: "Madrid es la Corte... No vamos a defraudar".
La Barbería del Sur actúa hoy en Aqualung (paseo de la Ermita del Santo, 48), 22.30 horas; entrada: 1.500 pesetas.
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