Seis personas mueren en un accidente de tráfico en la circunvalación M-40

VIENE DE LA PÁGINA 1 En uno de los cuatro vehículos siniestrados ayer en la M-40 viajaban cuatro miembros de una familia y perdieron la vida tres de ellos: el matrimonio formado por Pedro Pablo Peñarroya Zapatero, de 56 años, y María del Carmen Ramírez Moreno, de 42, y una mujer mayor que se cree que es la abuela del niño de 10 años que viajaba en el coche, que fue el único que se salvó.

El niño, Pedro Pablo Peñarroya Ramírez, reaccionó a los primeros auxilios a que fue sometido en una unidad de ambulancia. Fue trasladado al hospital Ramón y Cajal, donde se le atendió de una fractura abierta del fémur derecho; de lesiones en los tendones de la mano derecha y de un scalp (abrasión de la piel y el cuero cabelludo por un rozamiento muy fuerte) en la cabeza. Estas cuatro personas viajaban en un Renault 11 matrícula M8791 -IL.

Los otros tres fallecidos son Jesús Gamella Acebedo, Miguel Ángel Guijarro Estival y Félix García Hidalgo, todos de 26 anos, y que iban a bordo de un vehículo de marca Ford Escort y matrícula LU-5469-K.

El único superviviente de los que viajaban en este segundo turismo ha sido identificado como Francisco Ruiz Valdepeñas, y ayer se encontraba internado en el centro Ramón y Cajal. Allí fue intervenido de una doble fractura de mandíbula y se encuentra también fuera de peligro dentro de la gravedad.

Fuentes del contingente del parque de bomberos que intervinieron en las operaciones señalaron que estas seis personas murieron en el mismo momento en que se produjo la colisión. Los ocupantes de los otros dos coches contra los que chocó el vehículo que se salió de su carril no sufrieron heridas de consideración.

Escena dantesca

Se dio la circunstancia de que en el momento en que los cadáveres estaban siendo introducidos en bolsas de plástico para su traslado, el padre Albertos, un sacerdote jubilado en la plantilla de la agencia Efe, solicitó permiso a las fuerzas de seguridad para acceder a los cuerpos y darles la absolución in artículo mortís.

Este sacerdote relató que la escena que presenció al acercarse era "terrorífica": "Las cabezas de las víctimas, las piernas y los brazos sobresalían de entre los hierros y los cristales, rotos y ensangrentados, de las ventanillas de los coches", relató después.

A consecuencia del siniestro, este tramo fue acordonado y la Policía Municipal montó un dispositivo para desviar por otra ruta la densa circulación que a esas horas se observaba en la zona, en una hora punta de masivos desplazamientos para las reuniones familiares con el fin de celebrar el banquete de la Nochebuena.

El tráfico rodado quedó prácticamente normalizado pasada la una de la madrugada del sábado, después de que los bomberos retiraran los cuatro turismos siniestrados de la calzada y evacuaran a las víctimas.