Los socialistas, en su hora más baja desde 1982
Por primera vez, el Partido Popular supera al PSOE en intención directa de voto
El 62% de los españoles (cifra récord que cuadruplica, por ejemplo, la obtenida, en diciembre de 1988) califica de "mala o muy mala" la situación política de nuestro país. El desencanto con los primeros meses de gestión del nuevo Gobierno ya detectado en el Barómetro de Otoño último ha ido acentuándose a lo largo de estos tres últimos meses. Así, por primera vez desde 1982, el PSOE no aparece como el partido más mencionado por los entrevistados cuando se les pregunta por quién votarían en unas hipotéticas elecciones: la intención directa de voto resulta más favorable para el PP (22,6%, frente a 20,8% para el PSOE), algo inédito a lo largo del último decenio. No es éste periodo electoral, y estos datos reflejan, en consecuencia, más el estado global de opinión que predisposiciones cristalizadas de voto. Pero ello no disminuye su significación a la hora de evaluar el clima político: existe un claro repliegue en la identificación espontánea con el partido gobernante. Éste, en tan sólo tres meses (octubre-diciem.bre), ha visto reducirse en una cuarta parte sus apoyos explícitos, que pasan del 28,3% de octubre al 20.8% actual. Es significativo que, entre los españoles menores de 25 años, el 23% indique que en unas hipotéticas elecciones generales votaría por el PP y que sólo el 13% diga que lo haría por el PSOE. En cambio, en la franja de edad opuesta (los mayores de 65 afios) se registra la pauta inversa: el 33% indica que votaría al PSOE, y el 20%, que votaría al PP.Izquierda Unida experimenta también una apreciable disminución, pasando del 9,9% en octubre al 7,4% actual. CiU pasa, por su parte, del 3,7% en octubre al 2,9%.
Desmovilización
Es de resaltar el incremento, en tan sólo un trimestre, del porcentaje correspondiente a quienes no contestan la pregunta o dicen que no votarían: ahora representan el 37,1%, frente al 28,5% en octubre y al 22,2% en julio (porcentaje este último que coincide con la abstención efectivamente habida en las elecciones del 6 de junio). El electorado ha vuelto, pues, a desmovilizarse, pero este repliegue afecta más al PSOE: sus votantes experimentan una clara mayor contracción.La valoración de la actuación general, y hasta ahora, del actual .Gobierno experimenta un empeoramiento: de una puntuación de sólo 4,4 (en una escala de cero a diez) en octubre pasa ahora a otra de 3,9. Esta caída en lá calificación media global se debe fundamentalmente al mayor ánimo crítico detectable entre los votantes socialistas: éstos pasan de atribuir una puntuación media de 6,2 a dar otra de 5,5. La valoración de la actuación gubernamental respecto de la crisis económica y el paro es aún. más severa: obtiene una puntuación media de 3,5.
. La valoración de los principales líderes políticos refleja este estado global de opinión. Felipe González, presidente del Ejecutivo y líder del partido gobernante, obtiene su valor histórico más bajo: 4,6. José María Aznar, por su parte, remonta tres décimas con respecto a octubre, obteniendo una puntuación media de 4,l, a ocho décimas de su máximo histórico (4,9, en diciembre de 1989).
Tan sólo el 7% de los entrevistados se muestra partidario de que, en las actuales circunstancias económicas y sociales de España, siga el actual Gobierno socialista sin. cambios. Un masivo 80% apuesta, por contra, por cambios en el Ejecutivo: un 27% se inclina por la continuidad del actual Gabinete, pero con una nueva política económica; un 35% sugiere distintas fórmulas de Gobiernos de coalición y un 18% pide nuevas elecciones. En todo caso, el desgaste actual del PSOE no parece estar compensado por la percepción de una alternativa clara: sólo el 20% opina que un Gobierno del PP sabría hacerlo mejor.
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