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El champaña vuelve a correr en la City

El centro financiero de Londres premia a sus ejecutivos con una gran paga navideña

Enric González

Los buenos viejos tiempos del champaña y los coches deportivos han vuelto a la City de Londres. Esta semana se están pagando las bonificaciones navideñas, y son más jugosas que nunca. Las de la firma neoyorquina Goldrnan Sachs han causado asombro: los 26 directivos se llevan un pellizco no inferior a los cinco millones de dólares, unos 700 millones de pesetas, y otros cien empleados medios han recibido cantidades del orden de las 750.000 libras (unos 135 millones de pesetas).La cascada de dinero en Goldinan Sachs, cuyos beneficios en 1993 se estiman en unos 300.000 millones de pesetas, es espectacular, pero no única. Otras sociedades que operan en la City, como Merrill Lynch o Morgan Stanley, han registrado también resultados multimillonarios y pagan, en consecuencia, bonificaciones de vértigo.

El pago de las bonificaciones coincide con las recepciones que, cada año por estas fechas, ofrecen las compañías financieras a sus clientes. El martes, en la sede de Solomon Brothers, se desbordaban las sonrisas y el champaña francés. Un analista de la firma señaló que, efectivamente, 1993 había sido un año excelente para la industria manipuladora del dinero.

"Las devaluaciones, las bajadas de tipos de interés y, en general, los cambios bruscos en los mercados, ofrecen grandes oportunidades", comentó el analista. "Se trata, posiblemente, de unaño único; en el ejercicio próximo es previsible una situación más estable y, por tanto, unos márgenes de beneficio más estrechos", agregó.

Un ejemplo célebre de las ventajas que para algunos reportó la crisis monetaria europea es el de Georges Soros, un especulador internacional de origen húngaro que apostó una ingente fortuna a que la libra esterlina se devaluaría frente al marco: en un solo día, el 16 de septiembre de 1992, fecha en que el Reino Unido abandonó el Sistema Monetario Europeo y dejó caer su divisa, Soros ganó algo así como 200.000 millones de pesetas.

La temporada ha resultado propicia en casi todos los mercados mundiales, pero en la City londinense ha sido especialmente dulce. La vertiginosa caída de los tipos de interés (del 14% al 5,5% en poco más de un año) y la incipiente recuperación económica, lenta y llena de baches pero ya indiscutible, han dado alas a la Bolsa.

La economía real no está, por supuesto, tan boyante como la City. El Estado se ahoga en déficit y no puede seguir pagando una Seguridad Social para todos, el sueldo de los funcionarios ha sido congelado y casi 2,8 millones de británicos están en paro. Pero el desempleo baja un poco cada mes, las ventas de automóviles han subido un 20% desde el verano y, según los comerciantes, la campaña de ventas navideñas es, con mucho, la mejor de los últimos cuatro años.

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