Casi la mitad de los atletas becados para Atlanta 96 no cumplen sus objetivos

Un informe del Consejo Superior de Deportes (CSD) reconoce que el nivel de cumplimiento de objetivos de los atletas incluídos en el plan ADO de ayuda para los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 es bajo. Sin embargo, el secretario de Estado para el Deporte, Rafael Cortés, hizo ayer un ejercicio optimista. Sumó como positivas las actuaciones de atletas con exigencias más modestas, los dudosos o los que "casi las han conseguido". En un informe interno, 137 deportistas habían suspendido frente a 119 aprobados. Para Cortés, ayer, ante los diputados, los aprobados ganaban por 197 a 166. A pesar de la disparidad, el panorama es preocupante: casi la mitad no cumplen y a este paso sobrarán becas.

La preocupación ante los bajos resultados obtenidos por los atletas en el año postolímpico ya había sido constatada con temor en el CSD en los últimos meses. En un informe sobre los deportes individuales se reconocía que sólo habían alcanzado las marcas o puestos exigidos por el plan ADO en 1993, 119 deportistas. Otros 137 no lo habían conseguido. Aunque se trataba de un balance provisional, sin haber terminado la temporada en algunos deportes -65 atletas aún no se habían examinado-, ya era significativo. Otros 57 deportistas, además, estaban considerados como "dudosos", entre el aprobado y el suspenso.Deportes como Ciclismo, halterofilia, yudo, lucha, remo, tiro con arco y tiro ya daban números rojos, mientras hípica y piragüismo se conformaban con un pírrico empate. Todo ello se ha mantenido y sólo ha habido un cambio entre el primer informe y los datos facilitados ayer por Rafael Cortés en su comparecencia ante la comisión de Educación del Congreso. El atletismo se ha recuperado, pero se ha hundido la vela, la gran cantera española de medallas: 38 suspensos y sólo 11 aprobados.

Mayoría suspendida

Así, más de la mitad de los deportes individuales se encuentran por debajo del mínimo. Y cabe señalar que otras modalidades olímpicas están ya fuera del ADO por no dar siquiera la talla mínima para examinarse. Son los casos del badminton, el béisbol, el pentatlón moderno o el tenis de mesa. Según todos los indicios, se les unirán la lucha y la halterofilia.

El informe inicial deduce de los primeros datos que "el cumplimiento general de objetivos es bajo" y también añade en sus conclusiones las razones que ha podido llevar a ello. Acusa a las federaciones de haber ido demasiado lejos en las exigencias con los deportistas y también que no han favorecido los cambios de técnicos y dirigentes -la mayoría de federaciones tuvieron elecciones entre los Juegos de Barcelona, agosto de 1992, y enero de este año-Otras justificaciones se refieren a que los años postolímpicos, según es habitual, son de transición, sin que los atletas se empleen a fondo, y también que en un estudio hecho en seis países similares a España se constató el cambio de atletas que se preparan para cada edición de los Juegos Olímpicos. Concretamente, el 60% entre Seúl 88 y Barcelona 92, con lo que eso supone de empezar de nuevo.

Como datos positivos, en cambio, el CSD aporta la comparación española entre 1989 y 1993, un año después de Seúl y de Barcelona. El puesto en el concierto deportivo mundial ha subido del 18º al 15º y frente a 5 medallas conseguidas en Campeonatos Mundiales hace cuatro años ahora se han logrado 16 en 1993. Este último detalle sí lo dio ayer el secretario de Estado en su comparecencia para completar su optimismo: "Las perspectivas del ciclo olímpico de 1996 son mejores que en 1992", dijo. También señaló que de los deportes de equipo sólo el hockey sobre hierba femenino, campeón olímpico, se quedó al borde de cumplir sus objetivos. Fue quinto en la Copa del Mundo y se le pedía ser cuarto.

El número de deportistas incluídos actualmente en el programa ADO es de 477, 363 individuales y 114 de equipo. En la actualidad se suceden las reuniones con las distintas federaciones para confirmar antes de fin de año las bajas que ineludiblemente se van a producir en el proyecto. El programa para Atlanta partió ya de una cifra mucho más baja que para Barcelona (743) cuando se inició el primer proyecto en 1988.