Dos días de euforia a orillas del Guadalquivir
El Sevilla no era líder de la Liga, en la décima jornada, desde hace 46 años
"Nunca he trabajado con un grupo humano tan bueno. No sé donde puede llegar el equipo". Luis Aragonés bajó ayer la guardia de su pragmatismo para permitirse soñar por unos segundos. 46 años hacía que el Sevilla no culminaba la décima jornada de Liga como líder. Los cronistas de la época decían entonces, a su regreso de Vigo, donde un empate frente al Celta posibilitó el referente histórico, que el Sevilla "sacrificó su lucimiento personal para obedecer la consigna defensiva de su técnico". La afición no fue entonces testigo del acontecimiento. El pasado domingo no ocurrió así. Pese a no jugar bien, el Sevilla dejó un buen sabor de boca con cinco minutos de lucidez. Aunque la semana será corta -mañana vuelve la Liga- el sevillismo disfrutaba ayer, al me nos durante dos días, de un liderato que hace soñar a una afición ansiosa de triunfos.El nuevo líder fue ayer portada de todos los medios de comunicación de Sevilla. El equipo de Nervión monopolizó los comentarios en la calle, bares y establecimientos. Siempre, eso sí, con el referente del eterno, rival. "Han venido pocos, casi ninguno", decía un farmacéutico sevillista del barrio de Los Remedios cuando se le preguntaba por sus clientes del otro equipo. "Es que para encontrar a su Betis tienen más fácil comenzar a buscarlo por el primero de Segunda B, que por el primero de Primera", añadía.
La comparación imposible entre sevillistas y béticos es inevitable en esta ciudad. El retraso en la llegada de Christiansen, posible nuevo jugador del Sevilla, sirvió también ayer para el comentario jocoso. El hispano-danés había jugado el que puede ser su último encuentro con el Barcelona B y marcó los dos goles de su equipo ante el Betis. "Por eso no ha venido aún, como buen sevillista tenía que Marcar primero dos golitos al Betis", comentaba un quiosquero. La afición, no obstante, responde con lentitud. Trece millones de taquilla frente al Rayo Vallecano y dos millones en nuevos abonos es poco para un equipo que aspira a todo.
Realismo
La directiva sevillista también se unió a la euforia desatada por el liderato. Aunque Luis Cuervas se mostraba cauto, y ponía como referencia el menor nivel del Rayo, José Álvarez, uno de sus vicepresidentes y uno de los máximos accionistas del club, afirmaba tras el encuentro: "Ahora es el momento de hacer dos buenos fichajes y aspirar a todo". El Sevilla puede aún contratar a un jugador extranjero -sólo Suker y Simeone ocupan plaza de foráneos-, una tarea que parece gafada hasta el momento.
Mientras tanto, con la alegría en la calle, el equipo comenzó ayer a preparar su próximo encuentro, mañana, frente al Logroñés, con una consigna dictada por Luis como pauta de trabajo: "El liderato es una cosa muy circunstancial". Tal es la exigencia del técnico y su realismo al valorar el buen comienzo de Liga que ayer, uno de sus jugadores titulares apuntaba: "Al míster no se le escapa una sonrisa ni una enhorabuena ni por casualidad". Eso sí, el jugador aseguraba su convencimiento de que Luis tiene la razón.
Otro de los nuevos jugadores sevillistas descubría el por qué del buen momento del equipo: "Somos más pragmáticos y más competitivos", decía Soler. Rosendo Cabezas, el manager general, apuntaba otro factor: "El Sevilla, en los seis años que llevo en el club, no tenía una norma de ataque tan clara como hasta ahora". Incluso Luis abandonaba su marcado escepticismo para preguntarse: "No sé a dónde puede llegar el equipo", y Suker, el goleador, concluía: "Tenemos la suerte de campeones".
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